lunes, marzo 19, 2007

...ME SIENTO EXPULSADO DE LA CONCERTACIÓN...AZALDIVAR..

"La Concertación no es para mí una definición permanente, sino ¡transitoria!, que se tomó ante una realidad y que hoy está en crisis".
El senador y ex presidente de la DC denuncia que "me siento fuera de las decisiones del poder"; afirma que "la Concertación es transitoria para mí y no me siento amarrado a ella, porque representa los intereses de la derecha y ha sido instrumentalizada por el poder económico", y culpa al ex Presidente Lagos de lo que está pasando.
Después de un año casi en silencio, el ex presidente de la DC y senador por Aisén, Adolfo Zaldívar Larraín, regresó a la política activa y se apresta a recorrer todo Chile con su mensaje. Lo hace "violentado", dice, porque a la mayoría de la gente no se le permite participar en el desarrollo del país.Después de haber gozado de la mayor influencia en los tres gobiernos anteriores, ahora se siente marginado del gobierno, de la Concertación e incluso de su propio partido. Cree que es el precio que debe pagar por oponerse al "laguismo transversal" y al neoliberalismo, al que culpa de los males que sufre Chile. Está convencido de que "los políticos hemos fallado" y que los partidos ya no pesan.-La Presidenta ha pedido apoyo a los políticos, ¿qué hará por este gobierno?-Actuar con la seriedad y responsabilidad que esto exige. No se trata de tener o no disposición personal -que la tengo- para hacer todo lo que esté de mi parte. Se debe corregir sustancialmente más que el modelo económico. Hace falta un análisis político serio porque se ha llegado a una situación que no da para más. El problema se debe a que desde antes de que se recuperara la democracia se ha pretendido definir las cosas meramente por lo económico y se ha perdido el ser humano. Ha habido mayor desarrollo, pero hay más desigualdad.-Los políticos hemos fallado. Han primado los personalismos, las definiciones vía encuestas o el marketing. Los partidos prácticamente no aportan y no pesan. Las coaliciones de gobierno y oposición no nos hemos hecho respetar, porque no hemos actuado con la seriedad del caso.-¿A qué se debería esto, según usted?-El modelo económico neoliberal que ha imperado tiene una lógica y una contrapartida cultural y valórica que no deja espacio. Tiende a adormecer a la gente (con más farándula, más estupideces y tonteras en la televisión) porque hay que evitar que la persona piense, tenga ideas, que estén las cosas importantes. No podemos eludir un inmenso grado de responsabilidad en lo que está ocurriendo.-¿Los partidos perdieron peso porque la Presidenta prescinde de ellos?-Venía desde antes. A la Presidenta la apoyamos con decisión porque esperábamos realmente un nuevo gobierno, un cambio sustancial, pero nos encontramos ante un cuarto gobierno que es una continuidad del de Lagos. No hubo fuerza interna para haber hecho un quiebre con la administración pasada. Y ocurrió una cosa muy grave: ha primado la inmensa cantidad de problemas que venían del régimen anterior, como el Transantiago, Chiledeportes, los estudiantes o los habitacionales, en que personas de escasos recursos terminan pagando la mitad de su sueldo al sistema bancario. Por eso creo que no es propio hablar de este gobierno, sino de lo que se arrastra del de Lagos.-¿Cuál es su perspectiva?-La Concertación tuvo su grandeza cuando se enfrentó al régimen de Pinochet e hizo transformaciones importantes. Hay que reconocer que Aylwin lo logró; pensó y practicó la política "en grande". Sólo que entonces las colectividades políticas comienzan a ser reemplazadas por el denominado "partido transversal", cuyo gran autor fue Edgardo Boeninger. Eso tuvo una lógica de eficacia, de consolidar la democracia, pero fue debilitando a los partidos. Después de Aylwin la fuerza tan cautivadora del combate a la dictadura comienza a diluirse y -tras una transición con un Frei pragmático y realizador- en el tercer mandato de Lagos el modelo neoliberal equivale a la sangre que pasa por las arterias.-¿Qué hizo usted contra eso?-Los partidos tratamos de resistir. Cuando estuve cuatro años a cargo de la DC, lo enfrenté con mucha fuerza, pero el transversalismo de Boeninger-Lagos era muy fuerte y al capitis diminutio de los partidos se le sumó la fuerza de las grandes transnacionales. Y entonces, cuando la democracia partidaria estaba empequeñecida, accede al poder Michelle Bachelet... La respaldé porque tenía condiciones para quebrar esto, y tenía esperanzas, pero ella, legítimamente, optó por su forma de gobierno.-¿Y cómo ve a los políticos?-¡No importan los políticos, el poder real está en otra parte! Murió Pinochet, pero su institucionalidad y su modelo económico lo hacen trascender. Esta es una coalición de gobierno desgastada y los problemas actuales traducen algo mucho más de fondo. Y lo mismo pasa con la Alianza, que también está sin capacidad. Ambas están excluyendo a grandes sectores de chilenos.-¿Denuncia que por decir esto su sector (los colorines) fue marginado?-Por cierto. Los adversarios más tenaces hemos sido nosotros. Siempre estuve por fortalecer los partidos, la vida partidaria. Pero esta lógica al final llega a que dentro de la DC, así como en los otros partidos, digan que lo importante es que nos vaya bien en las próximas elecciones, porque aunque no accedamos a la Presidencia obtendremos gran porcentaje de votos, alcaldes, concejales y parlamentarios, con lo que tendríamos poder político. ¡Pero cuál es el poder político! La Concertación ha sido instrumentalizada por el poder económico y eso ha limitado nuestra capacidad crítica.-¿Se siente expulsado del gobierno?-Más que del gobierno, de la Concertación, de las decisiones del poder. No presido el partido, estoy al margen...¡Pero marginado no estoy! Al contrario, estoy más en la política que nunca. Si bien no tengo reuniones con tal o cual subsecretario o ministro, me encuentro con gente de base, microempresarios, líderes sociales, sacerdotes, que son mucho más importantes.-¿Cómo ha notado que lo trataron de apartar de las esferas del poder?-Cuando opté por la candidatura presidencial de la DC, sentí que todos estos nuevos poderes fácticos cerraron filas, ya que lo nuestro cuestionaba la esencia misma de una Concertación malentendida, que se mantenía sólo por el poder.-¿Se siente más o menos concertacionista que antes?-Me siento más libre, más con la gente. La Concertación no es para mí una definición permanente, sino ¡transitoria!, que se tomó ante una realidad y que hoy está en crisis y que tenemos que ver cómo se define. Hacia delante no me siento con ataduras, salvo con mi conciencia.-¿Se ha puesto un plazo de permanencia en la Concertación?-No, pero intentaré en el Congreso y en las instancias partidarias que haya toma de conciencia. Y este año espero tener una mayor exposición que la que tuve en 2006 y exponer estas ideas a lo largo del país para tratar de ganar la mayor cantidad de gente, porque la profunda crisis social está ad portas...CONTRADICCIONES POLÍTICAS: "Los mejores abogados y lobbistas de la derecha están en la Concertación"Para el senador, la Alianza debería abrirse para terminar con el sistema binominal, "que se creó durante Pinochet para mantener la estabilidad política, pero su verdadera defensa estaba en el modelo económico". A su juicio, la derecha política, que pagó un alto costo por haber estado con el régimen militar, se aferra a un régimen binominal con el cual la Concertación le seguirá ganando. "Por eso, la derecha económica ya no busca a la derecha política: ¡sus mejores abogados y lobbistas están en la Concertación! Ésta representa hoy sus intereses. Y por eso es que cuando dejan de ser ministros se van a los directorios...", sostiene.-¿Cómo se debería enfrentar esto?-Definiéndonos políticamente. Ha faltado la Política con mayúsculas, porque el poder que está detrás es muy fuerte. Sentí que esta cosa se me venía encima cuando fui precandidato presidencial en la DC. ¡Me ganó esta gente!, porque obedecía a una lógica inmersa en la Concertación y en la Alianza. Ambas coaliciones son incapaces de ver los problemas del Chile real. Lo mismo que unos cuantos tecnócratas que pensaron el Transantiago en salas muy acomodadas, pero no lo hicieron con la gente. Llevan tres intentos de cambios y este último es como dar palos de ciego.-Su crítica al modelo neoliberal lo hace coincidir con Carlos Altamirano...-Siempre he sido partidario de la economía social de mercado, pero tengo una aproximación humanista a las cosas; en consecuencia, este modelo está en las antípodas de lo que soy. Hay otros que pueden estar por cambiarlo, pero yo estoy por corregirlo. La Concertación no ha tenido la audacia del gobierno militar para renegociar las deudas de los pequeños y medianos empresarios.-¿A qué se refiere?-Pinochet renegoció la deuda de la banca y de las grandes empresas. Y no tuvo problemas porque fue un hombre decidido, vio la claridad, y eso era necesario. En cambio, nosotros andamos con puras medidas parche. De hecho, la derecha económica ha logrado lo que nunca imaginó, mientras que el transversalismo se ha entregado. La tecnocracia es parte de eso. No hay diferencia entre aquella de origen de derecha, o de la Concertación.-Se le ubica más cerca del tercer referente que aspira a la derecha...-Represento al centro político, y se necesita a éste mucho más realizador, integrador, capaz de entender al Chile real. Pero ese centro tiene que abrirse ampliamente hacia sectores de izquierda que hoy juegan un rol absolutamente de derecha. De qué izquierda me hablan si han abjurado de su pasado y coinciden con los intereses de los grandes sectores económicos.-¿Por ejemplo?-El senador socialista Carlos Ominami se identificó con un marxismo estatista y hoy no tiene problemas para conjugarse -con este afán de mantenerse en el poder- con los grupos económicos. Si logramos nuestro objetivo, esa forma de socialismo no tendría destino. Ominami no entiende de economía social de mercado. Pasó de una economía estatista a una neoliberal y es su muy buen representante.MIRANDO AL 2009: "Lagos consolidó la mayor desigualdad social en la historia de Chile"-¿Dónde está su futuro político, en la senaduría de Valparaíso o en la de Aisén?-La noticia que se dio con respecto a que postularía en la V Región fue una intriga más del verano. Me siento muy honrado de representar durante dos períodos la región de Aisén y voy a dedicarme con mucho ahínco allí a la senaduría, porque hay problemas pendientes, como incluso corregir el modelo por razones de soberanía.¿Guarda alguna aspiración presidencial?-Levanto estas ideas de la misma forma en que -al enfrentarnos con la dictadura- llevé a la gente y a la DC a que se inscribieran en los registros electorales. No pretendí capitalizar eso. Hoy es exactamente lo mismo. No busco pega ni cargos.-Entonces desmiente su postulación.-No desmiento nada. Lo que digo es que en esta lucha voy a estar dispuesto a todo. Y si mañana hay otro que lo encarne mejor, ahí estaré. Primero está Chile.-¿Si los únicos que queden hasta el final fueran Soledad Alvear y Ricardo Lagos, por quién optaría?-Por Lagos, ¡no!, pero si Soledad Alvear es la persona y representa mañana lo que estoy diciendo en esta entrevista, no tengo dudas en respaldarla. No me representa lo que hizo Lagos, porque consolidó la mayor desigualdad social en la historia de Chile. Tiene una crisis interior tremenda: termina consolidando esta concentración de la riqueza. La mayor paradoja es que cuando era joven escribió contra la concentración de la riqueza en Chile y, sin embargo, es en su gobierno donde ésta alcanzó su máxima expresión y, de paso, colocó al país entre aquellos con la peor desigualdad mundial.-¿Qué influencia tiene Lagos en este gobierno?-Una gran influencia. En la Presidenta, y en La Moneda misma, basta ver quiénes son los ministros... Lagos logró, como ningún otro Presidente, cruzar transversalmente todo. Es un hombre de gran capacidad, inteligente y de gran histrionismo. En consecuencia, es muy difícil oponerse para quienes no tienen la reciedumbre necesaria y se den cuenta de lo que está en juego detrás de él.