...A. ZALDIVAR..INTERVENCION SOBRE LOS "DEUDORES HABITACIONALES"..OCT.2006...
Intervención del Senador Adolfo Zaldívar en sesión 57a, en 3 de octubre de 2006, en el tema de los deudores habitacionales
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Adolfo Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).- Señor Presidente, nadie podría sostener que estamos ante una situación artificial; que se trata de un invento, o que alguno de nosotros ha incurrido en exageración al intervenir respecto de un asunto que considero delicado y sobre el que deberá responderse.
Y lo digo con toda responsabilidad, porque en la sesión especial anterior se vio más bien el problema de la Región Metropolitana. Es cierto que es la más grande; quizás en ella se encuentran los casos más fuertes, más intensos. Pero esta situación no ocurre sólo en Santiago, sino a nivel nacional.
En verdad, en mi Región quise ver realidades concretas, a fin de formarme una opinión seria y responsable, y poder colaborar -creo que es el ánimo de todos- en la búsqueda de una solución. Porque lo que está viviendo hoy mucha gente que aspiró a tener paz y tranquilidad al adquirir una casa a través del SERVIU, es un calvario. Y eso no nos puede ser indiferente.
Por eso, no considero bueno ni serio sostener que hay personas indigentes, otras que son pobres y que algunas tienen mejor situación. ¡No! Seamos claros, señor Presidente. Toda la gente que recurre al SERVIU o al Estado lo hace porque no ha podido resolver el problema por sí misma. Es decir, estamos frente a personas de escasos recursos -si se quiere decir de forma más tenue-, pero en realidad son pobres.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Adolfo Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).- Señor Presidente, nadie podría sostener que estamos ante una situación artificial; que se trata de un invento, o que alguno de nosotros ha incurrido en exageración al intervenir respecto de un asunto que considero delicado y sobre el que deberá responderse.
Y lo digo con toda responsabilidad, porque en la sesión especial anterior se vio más bien el problema de la Región Metropolitana. Es cierto que es la más grande; quizás en ella se encuentran los casos más fuertes, más intensos. Pero esta situación no ocurre sólo en Santiago, sino a nivel nacional.
En verdad, en mi Región quise ver realidades concretas, a fin de formarme una opinión seria y responsable, y poder colaborar -creo que es el ánimo de todos- en la búsqueda de una solución. Porque lo que está viviendo hoy mucha gente que aspiró a tener paz y tranquilidad al adquirir una casa a través del SERVIU, es un calvario. Y eso no nos puede ser indiferente.
Por eso, no considero bueno ni serio sostener que hay personas indigentes, otras que son pobres y que algunas tienen mejor situación. ¡No! Seamos claros, señor Presidente. Toda la gente que recurre al SERVIU o al Estado lo hace porque no ha podido resolver el problema por sí misma. Es decir, estamos frente a personas de escasos recursos -si se quiere decir de forma más tenue-, pero en realidad son pobres.
En consecuencia, no me parece bien buscar soluciones parciales o discriminar, porque creo que, en definitiva, la situación debe ser abordada en su generalidad. Un hecho concreto que se presenta en la Undécima Región que represento y respecto del cual pude comprobar bien dice relación a que en las deudas SERVIU-Banca, están comprometidas 500 viviendas, cifra muy elevada si se considera que en todo el país son 20 ó 30 mil. Pero para una zona como la nuestra, con una población muy escasa, ese número es muy alto y por eso allí el problema resulta gravísimo. En la actualidad, de las 500 viviendas afectadas 100 se encuentran en vías de arreglo mediante la condonación total de la deuda para los indigentes o a través del beneficio de 52 UF para el resto. A mi juicio, dicho proceder sólo ha generado más sensación de desigualdad, de orfandad, y creo que no es la solución del caso. ",
Más aún, cuando las personas que buscaron una solución no tenían claro lo que significaba entrar en el sistema bancario, o no se dieron cuenta de ello. Respecto de muchas de estas situaciones es cierto lo que aquí se ha afirmado: la gente fue engañada. En esa complicidad, no sólo participaron funcionarios del SERVIU, sino también de los propios bancos. Por suerte -y creo que el dato puede ayudar a solucionar el problema, en el caso que me tocó investigar sólo hay dos bancos involucrados. Y será responsabilidad de ellos participar en una salida o abrirse a ella, porque, a mi juicio, no actuaron con la ética que correspondía frente a estos casos. Señor Presidente, aquí hay que buscar un arreglo. No diviso otro que no sea sacar esa deuda de la banca. Y eso lo tendrá que hacer el Estado: no veo otra forma.
Más aún, cuando las personas que buscaron una solución no tenían claro lo que significaba entrar en el sistema bancario, o no se dieron cuenta de ello. Respecto de muchas de estas situaciones es cierto lo que aquí se ha afirmado: la gente fue engañada. En esa complicidad, no sólo participaron funcionarios del SERVIU, sino también de los propios bancos. Por suerte -y creo que el dato puede ayudar a solucionar el problema, en el caso que me tocó investigar sólo hay dos bancos involucrados. Y será responsabilidad de ellos participar en una salida o abrirse a ella, porque, a mi juicio, no actuaron con la ética que correspondía frente a estos casos. Señor Presidente, aquí hay que buscar un arreglo. No diviso otro que no sea sacar esa deuda de la banca. Y eso lo tendrá que hacer el Estado: no veo otra forma.
Tendrá que comprar la deuda, hacer lo que corresponda, y buscar que todos quienes estén involucrados puedan reprogramar sus créditos de manera realista y a largo plazo. No hay otra posibilidad. No veo cómo hoy día la gente que gana el salario mínimo o un poquito más pueda pagar dividendos entre 40, 50 ó 60 mil pesos. Además, debe tenerse presente que los que estaban en mora o fueron apercibidos se vieron forzados a buscar una salida. Y optaron por endeudarse en créditos de consumo -el titular o una persona cercana a él-, lo cual hoy día constituye un hecho doblemente grave y apremiante, pues no cabe solución en tal caso.
Señor Presidente, debemos asumir que se trata de un problema del Estado. Es cierto que lo es de la gente, pero también nuestro. Y hay que buscar el remedio. No se trata de sostener ahora que quien propuso una fórmula lo hizo en forma irresponsable: ¡No! Yo creo que ante la demanda o exigencia de la gente por tener una casa, se fijaron pautas. Pero hoy nos damos cuenta de que ellas no sólo no funcionaron, sino que son contradictorias. Asimismo, es totalmente razonable entregar mejores soluciones, porque el país cuenta con recursos. Si estamos mirando el futuro, por qué no dejar de pensar en los errores del pasado y, con la misma nobleza, ver cómo pueden enfrentarse, con mucho realismo -la Ministra lo está haciendo muy bien- y con una buena política de vivienda, acontecimientos de este tipo, a fin de que la titular de la Cartera pueda contar con los recursos necesarios para resolver estas situaciones que se arrastran desde el pasado.
Señor Presidente, debemos asumir que se trata de un problema del Estado. Es cierto que lo es de la gente, pero también nuestro. Y hay que buscar el remedio. No se trata de sostener ahora que quien propuso una fórmula lo hizo en forma irresponsable: ¡No! Yo creo que ante la demanda o exigencia de la gente por tener una casa, se fijaron pautas. Pero hoy nos damos cuenta de que ellas no sólo no funcionaron, sino que son contradictorias. Asimismo, es totalmente razonable entregar mejores soluciones, porque el país cuenta con recursos. Si estamos mirando el futuro, por qué no dejar de pensar en los errores del pasado y, con la misma nobleza, ver cómo pueden enfrentarse, con mucho realismo -la Ministra lo está haciendo muy bien- y con una buena política de vivienda, acontecimientos de este tipo, a fin de que la titular de la Cartera pueda contar con los recursos necesarios para resolver estas situaciones que se arrastran desde el pasado.
Por eso, con motivo de la discusión del proyecto de Ley de Presupuestos -y comparto el criterio que se ha planteado aquí-, veamos cómo entregamos recursos al Ministerio de Vivienda, porque de los antecedentes entregados hoy día por la señora Ministra y del análisis que hizo de la situación, me quedó claro que ella no cuenta con los recursos necesarios para enfrentar el problema. Porque, conociendo su calidad, su entereza, si hubiera dispuesto de ellos ya lo habría dicho. "
Desde el Senado todos los sectores debemos respaldar la decisión en cuanto a que el Gobierno asuma su responsabilidad -nuestra responsabilidad- para solucionar la dificultad por la que atraviesan cientos de miles de chilenos y chilenas que no están en condiciones de adquirir su vivienda y que en muchos casos no se dieron cuenta de las deudas en que podían incurrir y hoy día viven un verdadero calvario.
Por eso, me manifiesto absolutamente partidario de buscar caminos conducentes a resolver todas las situaciones injustas que se produjeron por los hechos antes mencionados. Y no veo otra forma, donde la voluntad del Estado se exprese de manera concreta y práctica, que la Cartera de Vivienda disponga de recursos frescos para encontrar una fórmula que permita a cada una de las familias que adquirieron esas viviendas, ya sea mediante uno u otro sistema o la mezcla de ambos, asumir la compra de su casa con tranquilidad sin la presión constante de la eventualidad de perder todo el esfuerzo de una vida y de que, en vez de hallar una solución, se encuentren con una cruz al final del camino.
Por eso, junto con felicitar a la señora Ministra de Vivienda por su capacidad y su entereza, me parece que el Senado debe lograr, a propósito del debate del proyecto de Ley de Presupuestos, que se entreguen a dicha Secretaría de Estado más recursos para impulsar una política de vivienda durante los próximos años que nos permita vivir sin esas inmensas desigualdades que pueden ser la causa de grandes explosiones sociales.
He dicho.
Desde el Senado todos los sectores debemos respaldar la decisión en cuanto a que el Gobierno asuma su responsabilidad -nuestra responsabilidad- para solucionar la dificultad por la que atraviesan cientos de miles de chilenos y chilenas que no están en condiciones de adquirir su vivienda y que en muchos casos no se dieron cuenta de las deudas en que podían incurrir y hoy día viven un verdadero calvario.
Por eso, me manifiesto absolutamente partidario de buscar caminos conducentes a resolver todas las situaciones injustas que se produjeron por los hechos antes mencionados. Y no veo otra forma, donde la voluntad del Estado se exprese de manera concreta y práctica, que la Cartera de Vivienda disponga de recursos frescos para encontrar una fórmula que permita a cada una de las familias que adquirieron esas viviendas, ya sea mediante uno u otro sistema o la mezcla de ambos, asumir la compra de su casa con tranquilidad sin la presión constante de la eventualidad de perder todo el esfuerzo de una vida y de que, en vez de hallar una solución, se encuentren con una cruz al final del camino.
Por eso, junto con felicitar a la señora Ministra de Vivienda por su capacidad y su entereza, me parece que el Senado debe lograr, a propósito del debate del proyecto de Ley de Presupuestos, que se entreguen a dicha Secretaría de Estado más recursos para impulsar una política de vivienda durante los próximos años que nos permita vivir sin esas inmensas desigualdades que pueden ser la causa de grandes explosiones sociales.
He dicho.
1 Comments:
Sin lugar a dudas, el tema planteado es de mucha importancia. Creo, sin embargo,que llegó la hora no tan sólo de preocuparse de estos deudores habitacionales, sino que darle una revisión al sistema bancario completo.
No me parece lógico que esta industria genere las utilidades que está generando.
Semestralmente escuchamos, como con no disimulado orgullo, el Presidente de esas entidades anuncia "urbi et orbe" que las utilidades de sus asociados se cuentan en cientos de millones de dólares, sea cual sea la situación del país.
No será ya hora de preocuparse de limitar o reglamentar la forma o manera de como se imputan los pagos que se realizan a una deuda. No será posible fijar una manera más racional y justa de distribuir los pagos entre abonos a intereses y a capital.
Como va a ser lógico que después de 10 años de pagar un dividendo hipotecario, si se pide una liquidación para realizar un prepago, prácticamente se adeude un 75% de lo que pidio como prestamo.
Algo, en perjuicio de los usuarios del sistema esta funcionando de manera incorrecta.
Otro ejemplo, si uno utiliza internet para transferir fondos a otra cuenta corriente de otro banco, los dineros son sacados en ese mismo momento de la cuenta personal, sin embargo, son abonados a los 2 o 3 días siguientes a la cuenta de la otra persona. Cual es la razón? que se hace con ese dinero durante sos 2 o 3 días?
Tengo la impresión que los legisladores de nuestro país, lo que por cierto no tengan intereses comprometidos con el sistema, podrían hacerle un gran favor a millones de chilenos que no tienen otra solución que aceptar estos abusos.
Cuando ira a ser el día que los Bancos, le paguen a los chilenos la deuda que tienen, cuando con dinero de nuestros bolsillos, los salvamos del colapso, el año 83.-
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