sábado, octubre 14, 2006

..SIGUEN LAS REPLICAS A LOS DICHOS DE HERRERA..SOBRE NUESTRO CONGRESO..APORTE DE GABRIEL DE PUJADAS......

Posted by Picasa Las ideas de David Herrera sobre el V Congreso del PDC

Lo primero es felicitar a Carlos Espinoza por el esfuerzo que hace para publicar en su blog las opiniones políticas de muchos camaradas, lo cual abre un espacio de reflexión pública que, lamentablemente, el Partido no ha podido asumir mediante la propiedad o manejo directivo de un medio de comunicación más masiva que un blog.
Vamos al grano. Felicitaciones a nuestro destacado camarada David Herrera, pues lanza un cúmulo de ideas que son dignas de discutir, independientemente que uno esté o no de acuerdo con ellas. Lo importante es que abre un camino de debate en serio, si es que queremos hacerlo serio.
Por mi parte haré algunos comentarios que pretenden aportar al debate. Para eso y teniendo en cuanta el esfuerzo de David Herrera, me guiaré por su propuesta.
1.- El Congreso para el gran cambio, es una forma de expresar un deseo de querer cambiar sustancialmente la vida partidaria y la visión que tenemos del mundo los demócratas cristianos. Yo estaría de acuerdo con esto si………………………..
En relación a la primera cuestión, no veo un cambio sustancial en las actitudes y conductas de las actuales autoridades partidarias, que nos permitan afirmar que existe en los hechos una voluntad de generosidad y fraternidad demócrata cristiana. Sigue más de lo mismo, con otros rostros, con un carácter revanchista, con la falta de consideración para camaradas que pudiendo hacer un aporte al partido son marginados. Todo lo que se diga en contrario tiene que ser demostrado en la práctica, con conductas claras y precisas, sin discursos grandilocuentes, con gestos precisos. Lo demás es pamplina. Si no cambiamos las conductas partidarias difícilmente cambiaremos nuestros planteamientos. Si algo tenemos que hacer por este Congreso y por la vida futura del Partido es cambiar las conductas personales y grupales y no seguir hablando tanto.
En relación a la segunda cuestión, cabe destacar que el Partido carece de una visión que nos aclare “los signos de los tiempos”. Nuestros pensadores siguen siendo los mismos viejos y respetables intelectuales de la post segunda guerra mundial. El Partido no asume en lo cotidiano de la vida partidaria, temas de tanta vigencia hoy día como la informática y lo que su desarrollo significa para el mundo y las formas de vida cotidiana de las personas; la biotecnología, la nanotecnología, la sociedad del conocimiento, las legitimas reivindicaciones de igualdad de oportunidades y equidad de género de las mujeres y hombres, los cambios migratorios, la nueva educación y la cultura de las nuevas identidades y la globalización (¿Cómo podemos salir delante de esta crisis educacional? ¿Alguien lo sabe o alguien lo piensa en serio, sin preocuparse tanto de la TV y las fotos para los diarios?), las nuevas formas de empleo, los problemas de los jóvenes y de la tercera edad, etc., para mencionar solo algunos de los mismos. Por cierto, dejo en un lugar especial la despreocupación de la militancia y las directivas partidarias de los elementos esenciales que nos caracterizan como cristianos frente al mundo. Si algo tenemos que hacer por este Congreso y por la vida futura del Partido, es cambiar nuestras formas de mirar y pensar el mundo de hoy y del mañana.
2.- En relación a los Objetivos del Congreso, es obvio que parte de los señalado anteriormente debería ser incluido como propósitos generales de este evento. No obstante, Herrera nos plantea dos temas que no son menores y sobre los cuales es preciso insistir: el modelo económico y nuestros valores cristianos.
Sobre el Modelo Económico. No tengo opiniones fundadas sobre la materia, pues soy educador y no economista. Sin embargo, tengo percepciones generales como todas las personas de nuestra patria, que me permiten afirmar que este modelo de desarrollo, ya puesto en marcha y legitimado por la Concertación como herencia del Gobierno Militar de derecha, produce inequidades atroces, falta de oportunidades y cierre de caminos para las nuevas generaciones. Es un sistema injusto que no se hace cargo de manejar un Estado que ayude a los más pobres, facilite el desarrollo de los pequeños y medianos empresarios, que permita la creación de pensamiento (en las Universidades Docentes por ejemplo), que se haga cargo de las inquietudes (no solo económicas y laborales de los y las jóvenes de hoy); un modelo que no se hace cargo de la solidaridad y el trabajo comunitario, dos elementos valóricos fundamentales que caracterizaban a nuestro Partido. Yo, por lo menos, no milito en este Partido para promover un modelo neoliberal de desarrollo. Si algo tenemos que hacer por este Congreso y por la vida futura del Partido, es repensar el modelo económico y sacarnos las anteojeras de creer que no existe otra forma de enfrentar los graves problemas que nos aquejan como sociedad. (en los sesenta y setenta se creía, como hostia, que el Estado, su fuerza y su conducción monolítica no podían ser cambiados: el derrumbe del muro nos enseñó otra cosa)
Sobre los valores cristianos. Por Dios que se extrañan en la vida partidaria. Hoy emergen autoridades jóvenes que no son capaces de reconocer sus incapacidades fundamentales de cristalizar en su vida partidaria los valores del cristianismo. Ejercen el poder de manera abusiva, sin pensar que es limitado y finito. Nada calma los apetitos de poder, por sobre los apetitos de querer ser “autoridades legítimas” (aquella que se les confiere, por los otros, por su capacidad moral de ejercicio del poder y del servicio). La vida partidaria, en términos generales, tiene de todo lo que es posible observar en un partido en descomposición o carente de un rumbo claro desde una perspectiva cristiana. El servicio, como valor fundante de nuestra identidad partidaria, no está presente y la militancia y la opinión pública lo siente y se aleja del Partido. Si algo tenemos que hacer por este Congreso y por la vida futura del Partido, es reconstituir núcleos de fraternidad y aprendizaje de los valores y conductas cristianas. Las instituciones ligadas efectivamente al Partido no pueden ser reductos de grupos partidarios. Deben abrirse a la búsqueda de un horizonte perdido.
3.- Los momentos del Congreso. Herrera tiene razón cuando plantea el origen de los temas de discusión. Si estos están definidos previamente, por las mismas oligarquías partidarias, creo que estamos actuando muy mal. Si estos documentos de base se abren a todas las tendencias y grupos internos (que efectivamente existen) bienvenido sea. Lo único que no quiero es que me digan que los documentos se desarrollarán en la base partidaria, pues eso no es cierto y todos los sabemos que esto se presta para chamullos de los mismos grupos que detentan el poder. Si algo tenemos que hacer por este Congreso y por la vida futura del Partido, es sacarnos las caretas y que la dirigencia partidaria converse sobre el desarrollo de los temas de este evento (cuando hablo de dirigencia, me refiero a los representantes de los distintos lotes, tendencias o grupos internos).
4.- Acciones del Congreso. El tema de los monitores nos debe tener sin cuidado. Pienso que el lote, grupo o tendencia que los elija, tendrá la suficiente sabiduría de no llevarse todo el vacuno para la casa (como ya ha sucedido en varias ocasiones que no quisiéramos recordar para no herir susceptibilidades). ¡Dejad que los monitores vengan a mi! pues ellos tendrán que desarrollar un trabajo hermoso que es contactarse con los militantes de base, extraer sus ideas, para finalmente entregarlas a no se quién para que las redacte (lo importante, por lo tanto, es el punto anterior, y no este juego de recopilar información en la base) Además, quizá puede que el documeto ya esté redactado, por algunos de los insignes “intelectuales” de nuestros Partido (¿Quedará alguno?) Si algo tenemos que hacer por este Congreso y por la vida futura del Partido, es hacer de las monitorias un momento de educación política para los más jóvenes o militantes bien dispuestos a servir.
5.- Criterios de participación, organización comunal y lanzamiento. Toda la energía que le pongamos a revivificar la estructura partidaria, será siempre bienvenida. Por lo demás, es la única que nos permite fortalecer al Partido. Que esta sea mayoritariamente de una tendencia u otra, es lo que es hoy el Partido y ……mala suerte o buena suerte. Sería un gran error crear una estructura paralela y quitarle a las comunas este evento que las justifica en gran medida. No empobrezcamos más a nuestras alicaídas comunas partidarias. La preocupación de Herrera por las candidaturas presidenciales no es tema de hoy, salvo que algunos pillines quieran ocupar este Congreso para fines aviesos e inconfesables. De ahí que los lanzamientos de candidaturas (si es que ellas existen hoy día), deba ser tomado con sabiduría, calma y paciencia. La Historia es una sabia consejera. Si algo tenemos que hacer por este Congreso y por la vida futura del Partido, fortalezcamos la estructura partidaria, especialmente comunal, con sus virtudes y defectos (sin duda, más de las unas que de los otros)
6.- Etapas del Congreso. Bien dice Herrera que estas etapas deben ser fijadas por el Consejo Nacional, pues estas llevan aparejadas muchas de las cuestiones expuestas anteriormente.
Felicito nuevamente a Carlos Espinoza por su excelente Blog partidario y a todos los camaradas que han escrito sobre el tema Congreso en este mismo blog.

Gabriel de Pujadas H.
Militante Las Condes,