Presidente del Senado analiza la contingencia .Claudia Rivas Arenas
Jorge Pizarro asumió el 11 de marzo la presidencia de la Cámara Alta y asegura estar “contento”, pese a que es el primer representante de la Concertación que, en 20 años, ocupa este cargo desde la oposición. Eso no lo amedrenta, observa con visión crítica algunos hechos recientes de la contingencia y de la instalación del nuevo gobierno.
Pero también asume la responsabilidad que le compete a su partido en el hecho concreto de que la coalición que integra esté en la oposición. Estima que todas las colectividades de la Concertación deben hacer un “mea culpa” por haberle entregado el gobierno a la derecha. Y, por supuesto, parte por casa.
-Con todo lo que se ha visto del proceso de renovación de directiva en los partidos de la Concertación da la sensación de que hay mucha confusión y que cuesta el reacomodo. ¿Le está costando ser oposición a la Concertación?
-La Concertación está iniciando su proceso de reflexión para reconstruirla, para ser una propuesta creíble y confiable para Chile en los próximos años. Ese proceso pasa porque cada partido haga su propio mea culpa sobre lo que vivimos en los últimos años y para que fijen sus objetivos prioritarios. Así lo está haciendo mi partido, la Democracia Cristiana, y estoy de acuerdo con ese proceso.
-¿Cuál diría que es el mea culpa que le corresponde a la DC?
-No fuimos capaces de fortalecer la campaña de nuestro candidato, de manera que pudiera ganar la elección. Segundo, no tuvimos fuerza suficiente para generar un ordenamiento total de la coalición y, además, una coordinación efectiva con el esfuerzo que estaba haciendo el gobierno encabezado por la Presidenta Bachelet. En tercer lugar, el trabajo de nuestra lista parlamentaria no fue suficientemente complementario al de la campaña presidencial. Por último, sin duda también contribuimos al desorden en la coalición y a la dispersión de votos, cuando algunos miembros importantes de nuestro partido no dieron señales claras de apoyo a Eduardo Frei.....-¿Estamos hablando de figuras como Gabriel Valdés, por ejemplo?
-Son conocidos, ya no vale la pena nombrarlos.
-¿Cómo pretende rearmarse la Concertación? ¿Qué opina de la polémica generada a raíz de la propuesta progresista de Guido Girardi y a la que Ignacio Walker se opone de plano?
-Son opiniones respetables, pero no creo que esa sea la discusión que hoy día nos lleve a buen puerto.
-¿Y, a su juicio, cuál sería entonces?
-En esos temas prefiero definir primero los objetivos partidarios y luego hacer el debate en conjunto con la coalición. Creo que la peor manera de hacerlo es a través los diarios. Así que voy a hacer este esfuerzo al interior de mi partido y, luego, la Democracia Cristiana con los otros partidos va a desarrollar una propuesta que permita generar una alternativa de gobierno para los próximos años.
“Lo primero es afirmar lo que nosotros somos y quienes formamos parte de la coalición, es decir, los cuatro partidos, más la enorme cantidad de independientes y simpatizantes que el conglomerado tiene en todo el país”.
-Pero usted tendrá una visión personal respecto a cómo debe avanzar la coalición. ¿Habría que incorporar a otros referentes a la Concertación?
-Lo primero es afirmar lo que nosotros somos y quienes formamos parte de la coalición, es decir, los cuatro partidos, más la enorme cantidad de independientes y simpatizantes que el conglomerado tiene en todo el país. La relación que tengamos con otras fuerzas políticas (que están fuera de la Concertación o que se formen por otros actores que están fuera de la Concertación o que puedan nacer como fuerzas políticas) es una relación que tendremos con posterioridad. A partir de nuestros objetivos buscaremos alianzas y acuerdos con quienes sea necesario.
Error conceptual
-¿Cómo ha sido asumir la presidencia del Senado siendo oposición?
-Me siento contento y tranquilo porque se ha logrado ir construyendo una instancia de diálogo y de acuerdo gobierno-oposición que puede ser beneficiosa para el país. La mayoría que tiene la Concertación en el Senado va a ayudar también a equilibrar la acción omnímoda que están teniendo, hasta el momento, el Presidente de la República y el gobierno.
-¿Coincide con la postura de algunos personeros de la oposición que plantean que éste parece más un quinto gobierno de la Concertación?
-No. Este es un gobierno que todavía no termina de concretarse. Fundamentalmente, porque el Presidente Piñera tiene un estilo que implica hacer todas las cosas él, decidirlo todo, eso le quita empoderamiento y capacidad de gestión y decisión a sus equipos. Lo que se va a transformar en una debilidad en la ejecución de los proyectos y de su programa de gobierno. En lo conceptual, la visión y la forma cómo se va a llevar adelante el gobierno es muy distinta a lo que hacía la Concertación, con una mayor participación ciudadana, escuchando a la gente y buscando acuerdos en los temas país.
-En el contexto de cómo se están haciendo las cosas ¿qué opinión le merece el hecho de que se estén despidiendo funcionarios que llegaron a sus cargos seleccionados a través del sistema de Alta Dirección Pública?
-Son de las decisiones más graves que se están adoptando. Contradicen los compromisos que el Presidente Piñera asumió ante la opinión pública y los propios trabajadores del Estado. Esos despidos se están haciendo de manera arbitraria y por razones políticas. Significa echar por tierra todos los acuerdos para avanzar hacia una mayor transparencia y modernización de la administración del Estado, cuando se creó el Consejo de Alta Dirección Pública. Lisa y llanamente, el Presidente está cediendo a la presión política de RN y la UDI que le exigen cargos para sus operadores políticos. Es la peor forma de comenzar a gobernar y el nivel de inconsecuencia entre lo que se dice en público y se hace después en ejercicio del poder les va a significar una pérdida mayor aún de credibilidad y confianza.
-En el gobierno explican que es normal que al asumir una nueva administración se busque gente calificada y afín con el proyecto de política pública que se pretende implementar, siempre a través del sistema de Alta Dirección Pública.
-Eso es absurdo. Entonces, para qué se hicieron los acuerdos y el esfuerzo de avanzar en transparencia y en la autonomía de los funcionarios. Con ese criterio mejor digan que nadie tiene su cargo asegurado en la administración del Estado y que el gobierno de turno puede hacer y deshacer con funcionarios que lo son del Estado y no de un gobierno en particular. Ahí tienen un error conceptual. Y es tan grave como el que sigue cometiendo el Presidente al no entender que cuando se le exige la venta de Chilevisión es porque hay un conflicto de interés que debiera inhibirlo de tomar decisiones en el ámbito de la televisión, tanto en TVN como en el Consejo Nacional de Televisión o en materia de televisión digital.
-Desde la propia Concertación han surgido voces que critican la forma de actuar de los parlamentarios en relación a los proyectos de aumento de impuestos y donaciones, dicen que los han tomado con liviandad, sin mucho análisis.
-Ha habido mucho engaño en lo que se le ha dicho a la opinión pública y lo que se presenta en la práctica. Es el caso del proyecto de donaciones. Era un mal proyecto, recaudaba muy poco y parecía que estaba hecho para devolverle la plata a los que entregaron recursos para la famosa Teletón. El del financiamiento es más delicado todavía, porque se ha hecho un planteamiento público, donde uno está de acuerdo en que los que tienen más aporten más, pero lo que no se ha dicho es que cuando se aumentan impuestos por un lado, se le está devolviendo por exenciones tributarias, por otro. [+/-] Seguir Leyendo...
Pero también asume la responsabilidad que le compete a su partido en el hecho concreto de que la coalición que integra esté en la oposición. Estima que todas las colectividades de la Concertación deben hacer un “mea culpa” por haberle entregado el gobierno a la derecha. Y, por supuesto, parte por casa.
-Con todo lo que se ha visto del proceso de renovación de directiva en los partidos de la Concertación da la sensación de que hay mucha confusión y que cuesta el reacomodo. ¿Le está costando ser oposición a la Concertación?
-La Concertación está iniciando su proceso de reflexión para reconstruirla, para ser una propuesta creíble y confiable para Chile en los próximos años. Ese proceso pasa porque cada partido haga su propio mea culpa sobre lo que vivimos en los últimos años y para que fijen sus objetivos prioritarios. Así lo está haciendo mi partido, la Democracia Cristiana, y estoy de acuerdo con ese proceso.
-¿Cuál diría que es el mea culpa que le corresponde a la DC?
-No fuimos capaces de fortalecer la campaña de nuestro candidato, de manera que pudiera ganar la elección. Segundo, no tuvimos fuerza suficiente para generar un ordenamiento total de la coalición y, además, una coordinación efectiva con el esfuerzo que estaba haciendo el gobierno encabezado por la Presidenta Bachelet. En tercer lugar, el trabajo de nuestra lista parlamentaria no fue suficientemente complementario al de la campaña presidencial. Por último, sin duda también contribuimos al desorden en la coalición y a la dispersión de votos, cuando algunos miembros importantes de nuestro partido no dieron señales claras de apoyo a Eduardo Frei.....-¿Estamos hablando de figuras como Gabriel Valdés, por ejemplo?
-Son conocidos, ya no vale la pena nombrarlos.
-¿Cómo pretende rearmarse la Concertación? ¿Qué opina de la polémica generada a raíz de la propuesta progresista de Guido Girardi y a la que Ignacio Walker se opone de plano?
-Son opiniones respetables, pero no creo que esa sea la discusión que hoy día nos lleve a buen puerto.
-¿Y, a su juicio, cuál sería entonces?
-En esos temas prefiero definir primero los objetivos partidarios y luego hacer el debate en conjunto con la coalición. Creo que la peor manera de hacerlo es a través los diarios. Así que voy a hacer este esfuerzo al interior de mi partido y, luego, la Democracia Cristiana con los otros partidos va a desarrollar una propuesta que permita generar una alternativa de gobierno para los próximos años.
“Lo primero es afirmar lo que nosotros somos y quienes formamos parte de la coalición, es decir, los cuatro partidos, más la enorme cantidad de independientes y simpatizantes que el conglomerado tiene en todo el país”.
-Pero usted tendrá una visión personal respecto a cómo debe avanzar la coalición. ¿Habría que incorporar a otros referentes a la Concertación?
-Lo primero es afirmar lo que nosotros somos y quienes formamos parte de la coalición, es decir, los cuatro partidos, más la enorme cantidad de independientes y simpatizantes que el conglomerado tiene en todo el país. La relación que tengamos con otras fuerzas políticas (que están fuera de la Concertación o que se formen por otros actores que están fuera de la Concertación o que puedan nacer como fuerzas políticas) es una relación que tendremos con posterioridad. A partir de nuestros objetivos buscaremos alianzas y acuerdos con quienes sea necesario.
Error conceptual
-¿Cómo ha sido asumir la presidencia del Senado siendo oposición?
-Me siento contento y tranquilo porque se ha logrado ir construyendo una instancia de diálogo y de acuerdo gobierno-oposición que puede ser beneficiosa para el país. La mayoría que tiene la Concertación en el Senado va a ayudar también a equilibrar la acción omnímoda que están teniendo, hasta el momento, el Presidente de la República y el gobierno.
-¿Coincide con la postura de algunos personeros de la oposición que plantean que éste parece más un quinto gobierno de la Concertación?
-No. Este es un gobierno que todavía no termina de concretarse. Fundamentalmente, porque el Presidente Piñera tiene un estilo que implica hacer todas las cosas él, decidirlo todo, eso le quita empoderamiento y capacidad de gestión y decisión a sus equipos. Lo que se va a transformar en una debilidad en la ejecución de los proyectos y de su programa de gobierno. En lo conceptual, la visión y la forma cómo se va a llevar adelante el gobierno es muy distinta a lo que hacía la Concertación, con una mayor participación ciudadana, escuchando a la gente y buscando acuerdos en los temas país.
-En el contexto de cómo se están haciendo las cosas ¿qué opinión le merece el hecho de que se estén despidiendo funcionarios que llegaron a sus cargos seleccionados a través del sistema de Alta Dirección Pública?
-Son de las decisiones más graves que se están adoptando. Contradicen los compromisos que el Presidente Piñera asumió ante la opinión pública y los propios trabajadores del Estado. Esos despidos se están haciendo de manera arbitraria y por razones políticas. Significa echar por tierra todos los acuerdos para avanzar hacia una mayor transparencia y modernización de la administración del Estado, cuando se creó el Consejo de Alta Dirección Pública. Lisa y llanamente, el Presidente está cediendo a la presión política de RN y la UDI que le exigen cargos para sus operadores políticos. Es la peor forma de comenzar a gobernar y el nivel de inconsecuencia entre lo que se dice en público y se hace después en ejercicio del poder les va a significar una pérdida mayor aún de credibilidad y confianza.
-En el gobierno explican que es normal que al asumir una nueva administración se busque gente calificada y afín con el proyecto de política pública que se pretende implementar, siempre a través del sistema de Alta Dirección Pública.
-Eso es absurdo. Entonces, para qué se hicieron los acuerdos y el esfuerzo de avanzar en transparencia y en la autonomía de los funcionarios. Con ese criterio mejor digan que nadie tiene su cargo asegurado en la administración del Estado y que el gobierno de turno puede hacer y deshacer con funcionarios que lo son del Estado y no de un gobierno en particular. Ahí tienen un error conceptual. Y es tan grave como el que sigue cometiendo el Presidente al no entender que cuando se le exige la venta de Chilevisión es porque hay un conflicto de interés que debiera inhibirlo de tomar decisiones en el ámbito de la televisión, tanto en TVN como en el Consejo Nacional de Televisión o en materia de televisión digital.
-Desde la propia Concertación han surgido voces que critican la forma de actuar de los parlamentarios en relación a los proyectos de aumento de impuestos y donaciones, dicen que los han tomado con liviandad, sin mucho análisis.
-Ha habido mucho engaño en lo que se le ha dicho a la opinión pública y lo que se presenta en la práctica. Es el caso del proyecto de donaciones. Era un mal proyecto, recaudaba muy poco y parecía que estaba hecho para devolverle la plata a los que entregaron recursos para la famosa Teletón. El del financiamiento es más delicado todavía, porque se ha hecho un planteamiento público, donde uno está de acuerdo en que los que tienen más aporten más, pero lo que no se ha dicho es que cuando se aumentan impuestos por un lado, se le está devolviendo por exenciones tributarias, por otro. [+/-] Seguir Leyendo...
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