viernes, noviembre 13, 2009

Por Los Floridanos al Parlamento. Myriam Verdugo

Amigos y amigas, camaradas, primero agradecerles profundamente que me estén acompañando hoy, en esta jornada que pretende marcar el inicio de una carrera para llegar al parlamento en representación de la democracia cristiana, partido en el que milito desde mi primera juventud.
Me presento como candidata a diputada por la comuna de La Florida sabiendo que se trata de un desafío; que me enfrento al poder del dinero y que busco integrar una de las instituciones con menos prestigio entre la ciudadanía, a pesar de lo relevante que debe ser su quehacer en el camino de construir nación.¿Por qué en esta comuna? Porque viví en ella los mejores y más felices años de mi vida. Porque aquí construí familia con un chileno ejemplar, Manuel Bustos, porque viví también el cambio de la comuna desde una realidad de semi ruralidad a una de expansión habitacional, mayor densidad poblacional y cambios urbanísticos. Porque conozco tanto sus fortalezas como sus debilidades. ¿Qué quiero hacer por la comuna? Contribuir a que las instituciones y personas que deben colaborar en dar una mejor calidad de vida a sus habitantes, efectivamente entreguen más y mejores servicios.

Pero ¿cual es la mayor promesa de esta candidata a los habitantes de la comuna, a los y las trabajadores, mujeres, jóvenes, niños y adultos mayores de mi país? Una que creo fundamental: trabajar para influir en que las vidas cotidianas de cada uno de ustedes, sea mejor. Ya sea a través de más y mejores oportunidades, o por la vía de construir mecanismos que asistan a quienes son más vulnerables.
Amigas y amigos, camaradas, esta candidatura emergió de pronto. Nunca he buscado cargos ni he dado codazos, para obtener nominaciones. Seguí, al igual que muchos de ustedes aquí, el camino de la militancia leal, comprometida, en algunas oportunidades golpeada, pero siempre coherente con los ideales que me llamaron a integrar esta casa política: justicia, libertad, democracia, oportunidades.
Hoy vivimos un momento especial en la vida del país. En nuestro recorrido por casas de camaradas, por organizaciones sociales, en los diálogos en las calles nos hemos tomado con un gran descontento. Ello a pesar de los innegables avances del país en infraestructura, en reducción de la pobreza y en cobertura de necesidades básicas. Se palpa un sentimiento de asfixia, de cansancio, de hartazgo, sentimientos que no me son ajenos. A mí, como a ustedes, no me bastan las supercarreteras, ni los malls, ni los edificios inteligentes, ni la reducción de la pobreza. Creo que Chile puede mucho más. Creo que ha llegado el momento de cambios estructurales de importancia. Necesitamos una constitución en la que por sobre el derecho a la propiedad, se encuentren el derecho a la vida, al trabajo, a la salud, a la educación, a una vivienda digna, a espacios ciudadanos de integración. Creo que el sistema económico debe ser corregido, creo que debemos poner coto a la concentración económica, creo que debemos dar al mundo del trabajo las herramientas para asegurar condiciones salariales justas y poder de organización real; creo que llegó el momento de retribuir a los adultos mayores su esfuerzo y aporte en la construcción del país, creo que llegó el momento de dar a la clase media las certezas necesarias para que no viva amenazada diariamente por la incertidumbre del mañana.

Amigos y amigas ¿por qué debemos trabajar para mantener el doblaje en esta comuna? Porque necesitamos un parlamento con una nueva mayoría, con la fuerza y la convicción respecto a la necesidad de estos cambios. Necesitamos más y mejores parlamentarios, necesitamos fuerza y coraje para ir tras estos cambios. Necesitamos contribuir a mejorar el alma nacional, porque muchos chilenos y chilenas, floridanos y floridanas lo están pasando mal; porque ese malestar ha llegado incluso a dañar las estructuras familiares.

Desde esta frágil estructura humana, desde mi alma llena de alegrías, de satisfacciones, de legítimos orgullos, pero también de dolores insuperables, comprometo aquí, ante ustedes, mi decisión de seguir trabajando cada día por un mejor Chile para todos nosotros
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