martes, noviembre 03, 2009

Encuesta UDP: debilidad de Piñera y decisiones de la Concertación

La nueva encuesta de la Universidad Diego Portales, modifica algunas convergencias de datos de estudios anteriores. Esto es relevante, porque el estudio de la UDP esta hecho con muestras en terreno con cobertura nacional, lo que la acerca más en confiabilidad al tipo de resultado de la encuesta CEP. Además, aunque con poca tradición en materia de encuestas, ha logrado un grado alto de reputación, por el respaldo académico e institucional que tiene, por la calidad del trabajo mostrado y por el buen grado predictivo que mostró en las anteriores elecciones presidenciales de 2005.
El estancamiento de Piñera, de acuerdo a este estudio, se está transformando en una debilidad del candidato de derecha para enfrentar con éxito la segunda vuelta. En términos estrictos, los datos no son incoherentes con lo que se ha conocido hasta ahora; sólo está mostrando una de las tendencias de las que eran posibles hasta hace poco: aunque Piñera sigue teniendo la mayoría relativa, ésta no ha alcanzado suficiente fuerza como para generar un crecimiento.Piñera parece estar en problemas, lo que sintoniza con el clima y estado de ánimo que se observa en su comando y en los partidos que lo respaldan. Aunque mejora en sus atributos, esta percepción no le genera una mejora en la intención de votos. Al parecer, los juicios positivos que Piñera tiene no son suficientes como para producir credibilidad y penetración en otros nichos de votos distintos a los que ya tiene.

En consecuencia, los datos de la encuesta de la UDP pueden estar anticipando que Piñera tiende al estancamiento.

Por otra parte, que Frei y Enríquez Ominami aparezcan superando a Piñera en segunda vuelta, abre un escenario y un debate de otro espesor. Frei ya aparecía desde antes como un candidato competitivo en segunda vuelta. Esta encuesta, por su parte, confirma que lo mismo puede decirse de Enríquez. Aunque Enríquez no muestra una velocidad de crecimiento como para alcanzar a Frei, estos nuevos antecedentes abren un espacio de diseño para el comando Enríquez. Con todo, se configura un escenario más claro de una segunda vuelta entre Frei y Piñera, si las condiciones no cambian radicalmente.

Para Piñera, el principal problema será alcanzar un resultado que le permita reinstalar una imagen de ganador para enfrentar la segunda vuelta. Ese porcentaje no puede ser inferior al 45%, porque si se mantiene entre un 35% y un 40%, la imagen de no representar la mayoría puede acrecentarse. Para Frei, por su parte, la cuestión estratégica seguirá en las condiciones necesarias para el traslado de votos de Enríquez a Frei.

Primero, observaremos primero, los resultados de la encuesta UDP en la intención de voto de primera vuelta, entre quienes están inscritos.

Piñera marca 30,3%, un resultado bajo considerando que la suma de los otros tres candidatos se empina sobre el 44%. Enríquez se mantiene a 6 puntos de Frei, lo que confirma una tasa de crecimiento o de acercamiento a Frei insuficiente como para alcanzarlo en un mes y medio. Frei, por su parte, también marca bajo, con un 23,7% que puede confirmar que su candidatura aún muestra alto desgaste, pero no tanto como para no llegar a la segunda vuelta. Arrate, confirma que recuperó el piso del voto PC, lo que puede ser una buena noticia finalmente para Frei.

Es importante observar el alto grado de indefinición. Sumando quienes señalan no estar decididos y quienes no saben o no responden, suman 13%, lo que no considera el voto de castigo o de los que no quieren votar. Este 13% muestra que aún existe un espacio de crecimiento para los candidatos, que puede cambiar alguna tendencia en el tiempo que resta de campaña.
Sin embargo, si estos cambios no ocurren, las tendencias de intención de voto se consolidan, y no hay algún hecho político de magnitud que pueda incidir en estas tendencias, estamos observando una consolidación de un cuadro Frei-Piñera para segunda vuelta.

Segundo, luego, el estudio de la UDP muestra un dato distinto y que marca, de reflejar la realidad, un cambio en el cuadro electoral.
En las dos alternativas, Piñera aparece perdiendo. Las diferencias están dentro del margen de error estadístico; pero es innegable el efecto político de aparecer en la parte baja de ese margen. Hay algo en el estilo del candidato, que no ha sido capaz de generar crecimiento, más allá de los votos que la derecha ya tiene.

Por otra parte, el porcentaje de indecisos, en estos escenarios, sube. Entre quienes no se deciden y quienes no saben y no responden suman alrededor de un 21%
En consecuencia, los factores políticos, de manejo de imagen de triunfo, cohesión política de los partidos y comandos y estados de ánimo que se configuren, serán decisivos.

Tercero, aparecen algunos factores críticos para los candidatos, como resultado de estos nuevos datos.
Para Piñera hay algunas cifras que política y psicológicamente debe alcanzar. Ante los rendimientos de sus contendores en segunda vuelta, Piñera requiere de una base electoral en primera vuelta mínima para mostrarse competitivo. Creemos que esa base es en torno al 45%
En 2005, la suma de los votos de Piñera y Lavín fue del 48,63%, y la de Piñera en segunda vuelta, de un 46,5% Entre una y otra vuelta, perdió cerca de 150.000 votos de Lavín. Estas cifras, que están cercanas al techo de la derecha, son la hipótesis mínima para el triunfo de Piñera, considerando que con ellas terminó derrotado.. Si Piñera, sigue en torno a un 40% o por debajo de esa cifra, le será muy difícil remontar o alimentar una imagen de triunfo para la segunda vuelta.
Para Frei, por su parte, hay aspectos políticos que debe considerar. Primero, como ya hemos señalado en múltiples ocasiones, es importante generar condiciones adecuadas para alentar el traslado de votos de Enríquez a Frei. A estas alturas, quien lleva la delantera en esta suerte de “primaria abierta” es el que tiene el peso de la responsabilidad. Es un error pensar que se trata de un signo de debilidad; por el contrario, ese es un argumento quizás válido para Enríquez, pero no para Frei. En este sentido, quienes articularon la maniobra de acercamiento al comando Enríquez – “las palomas”- tienen un punto válido y correcto, pero que será ineficaz si no convencen y concuerdan internamente con los “halcones” esos criterios.
Pensamos que esos movimientos de acercamiento serán inevitables. Probablemente se abrirá una conversación sobre el momento apropiado. Lo que sí esta claro es que serán los “halcones”, y no las “palomas”, de ambos espacios (de Frei y de Enríquez), los que finalmente llevarán esa conversación. Si finalmente no se lleva adelante, estos “halcones” fijarán un espacio, ahora sí definitivo, del todo o nada. Si Frei termina triunfando en la segunda vuelta, tendrán un nuevo ciclo para ejercer el poder; si resulta derrotado, tendrán poco sustento para sostener sus liderazgos.
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