Premio Nobel de Economía critica Pensiones chilenas.German Diaz
Krugman, el Nobel de Economía el 2008, está en Chile y críticó el sistema de pensiones privado chileno de la AFPs.
De inmediato sus palabras debieran haber tenido mas repercusión.
Sin embargo falta protagonismo sindical y político para aprovechar estás coyunturas.
De inmediato los actores sindicales y sociales debieran salir reafirmando sus posiciones, inclusive explicarle a Krugman sus planteamientos.
En Chile hay un sector muy abandonado, los pensionados.
Tampoco nadie apoya u orienta a los 6.200 chilenos, según cifras de la SAFP, que cada mes se pensionan por las AFPs, en la etapa previa, deben arrancar de todas las pirañas que quieren sacarle una parte de sus fondos. No existe un organismo público, altamente especializado que asesore y guíe al trabajador. Todos son víctimas del mercado y de su propio desconocimiento.Este sistema privado de pensiones es doblemente injusto, por lo siguiente:
1º) porque cuando el trabajador está cotizando en él, se apropian de un 23% de lo que aporta, y
2º) porque cuando jubila, el trabajador pierde en promedio el 50% de sus ingresos.
En efecto, el trabajador cotiza cada mes el 13% de sus ingresos........sin embargo, ingresa a su Fondo de Pensiones, solo el 10%.
O sea, la AFP, se queda con un 3% argumentando que son cobros por administración.
Ese 3% representa el 23% del 13% que cotiza.
O sea, las AFPs se quedan con el 23 % de todo lo que aportan todos los meses los 8 millones de trabajadores que cotizan.
Según la SAFP, al 31 de agosto de 2009 existían en Chile 8.523. 282 trabajadores afiliados.
De las cifras mejor no hablar, con 300 mil promedio de remuneraciones, $ 9.000 (el 3%) x 8.000.000 = $ 72.000 millones mensuales que se reparten injustamente las AFPs.
Como contrapartida, está el INP, que cobra cero peso a sus afiliados.
Esta aberración e injusticia no aparece en la denuncia pública. Los candidatos -a cualquier cargo- ni siquiera lo mencionan. Los sindicatos no presionan la devolución de estos montos.
Pero el golpe más duro, lo recibe el trabajador cuando jubila. Mientras está activo tiene pertenencia: el sindicato, la federación, la central, el contrato colectivo, etc.
Pero cuando jubila es un paria, Pierde toda pertenencia y nadie lo apoya.
Para empezar, sus ingresos disminuyen a la mitad, lo echan de la Isapre, y nunca más tendrá aumento de sus ingresos, y más encima, empiezan todas las enfermedades. [+/-] Seguir Leyendo...
De inmediato sus palabras debieran haber tenido mas repercusión.
Sin embargo falta protagonismo sindical y político para aprovechar estás coyunturas.
De inmediato los actores sindicales y sociales debieran salir reafirmando sus posiciones, inclusive explicarle a Krugman sus planteamientos.
En Chile hay un sector muy abandonado, los pensionados.
Tampoco nadie apoya u orienta a los 6.200 chilenos, según cifras de la SAFP, que cada mes se pensionan por las AFPs, en la etapa previa, deben arrancar de todas las pirañas que quieren sacarle una parte de sus fondos. No existe un organismo público, altamente especializado que asesore y guíe al trabajador. Todos son víctimas del mercado y de su propio desconocimiento.Este sistema privado de pensiones es doblemente injusto, por lo siguiente:
1º) porque cuando el trabajador está cotizando en él, se apropian de un 23% de lo que aporta, y
2º) porque cuando jubila, el trabajador pierde en promedio el 50% de sus ingresos.
En efecto, el trabajador cotiza cada mes el 13% de sus ingresos........sin embargo, ingresa a su Fondo de Pensiones, solo el 10%.
O sea, la AFP, se queda con un 3% argumentando que son cobros por administración.
Ese 3% representa el 23% del 13% que cotiza.
O sea, las AFPs se quedan con el 23 % de todo lo que aportan todos los meses los 8 millones de trabajadores que cotizan.
Según la SAFP, al 31 de agosto de 2009 existían en Chile 8.523. 282 trabajadores afiliados.
De las cifras mejor no hablar, con 300 mil promedio de remuneraciones, $ 9.000 (el 3%) x 8.000.000 = $ 72.000 millones mensuales que se reparten injustamente las AFPs.
Como contrapartida, está el INP, que cobra cero peso a sus afiliados.
Esta aberración e injusticia no aparece en la denuncia pública. Los candidatos -a cualquier cargo- ni siquiera lo mencionan. Los sindicatos no presionan la devolución de estos montos.
Pero el golpe más duro, lo recibe el trabajador cuando jubila. Mientras está activo tiene pertenencia: el sindicato, la federación, la central, el contrato colectivo, etc.
Pero cuando jubila es un paria, Pierde toda pertenencia y nadie lo apoya.
Para empezar, sus ingresos disminuyen a la mitad, lo echan de la Isapre, y nunca más tendrá aumento de sus ingresos, y más encima, empiezan todas las enfermedades. [+/-] Seguir Leyendo...
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