Según comentó el politólogo,
Marco Enríquez-Ominami "es como 'viagra' para Frei porque puede permitirle el triunfo en la segunda vuelta, pero puede matarlo en la primera".“Enríquez-Ominami es el hijo ilegítimo de Bachelet y Lagos", asegura el analista político Patricio Navia, en alusión a las referencias ideológicas del diputado independiente.
Navia, profesor del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Nueva York, es el autor del libro "El Díscolo", que mañana saldrá a la venta y en el que traza un perfil del "candidato revelación" de los comicios presidenciales que se celebrarán el próximo diciembre.
Según comentó el politólogo, Marco Enríquez-Ominami "es como 'viagra' para Frei porque puede permitirle el triunfo en la segunda vuelta, pero puede matarlo en la primera", en referencia al sistema de votación en las elecciones presidenciales chilenas.
En sus conversaciones con el líder de los llamados "parlamentarios díscolos", por su aversión a la disciplina de partido, Navia analiza la figura emergente de este diputado que en apenas seis meses consiguió reunir las firmas necesarias para su candidatura y aproximarse en las encuestas a los dos favoritos.
Aunque todos los sondeos le sitúan en tercer lugar, Enríquez- Ominami ha ido acortando las distancias con el aspirante de la derecha, Sebastián Piñera, y con el candidato oficialista, Eduardo Frei.
Enríquez abandonó en junio pasado el Partido Socialista, uno de los cuatro que forman la coalición gubernamental, pero es un "vástago" político de la presidenta Michelle Bachelet porque representa la continuidad del cambio, asegura Navia.
Tanto es así que "le robó" ese discurso transformador a Piñera, el líder de la Coalición por el Cambio, asegura el comentarista político.
Marco Enríquez "necesita demostrar que es el elegido de Bachelet" para así superar a Eduardo Frei y medirse en la segunda vuelta con Sebastián Piñera, un objetivo "difícil, pero factible", según Navia.
Del ex Presidente Ricardo Lagos, Marco Enríquez heredó la visión de estadista francés labrada ya en su infancia en París, donde creció exiliado junto a su madre, la cineasta Manuela Gumucio, y a su padre adoptivo, el senador Carlos Ominami.
"Enríquez-Ominami es mucho más parecido a Lagos de lo que él quiere aceptar", porque ambos "centran mucho su mensaje en su persona, más que en un colectivo", y comparten también una profunda curiosidad intelectual, sostiene.
De su padre, Miguel Enríquez, muerto por la dictadura de Augusto Pinochet cuando Marco tenía solo un año, el político mantiene "los sueños de igualdad y justicia, pero con herramientas distintas".
Navia retrata a este joven diputado de 36 años como "un socialdemócrata europeo que cree en un Estado fuerte, pero también profundamente en el capitalismo", y que además está alejado del discurso antiestadounidense.
Lo describe también como un hijo de la elite oligárquica chilena -su familia siempre ha tenido algún miembro en el Congreso desde hace cien años- y de la Concertación, tanto que "no logra entender que lo suyo es salirse para volver a ella".
El libro sobre este candidato, que sale a la venta este jueves, contiene un ensayo escrito por Navia y la transcripción de las conversaciones grabadas en julio, cuando casualmente surgió la idea de escribirlo.
Este analista, columnista en varios medios de comunicación, admite que su "objetivo fundamental era vender libros", y se decidió por Marco Enríquez porque "un libro sobre Piñera o Frei no lo iba a comprar nadie", dice.
Navia considera que éste "no es un libro de campaña" que vaya a convencer al lector, pero admite que "potencialmente puede ayudarle (a Marco Enríquez) porque lo legitima desde una perspectiva distinta, lo muestra más allá" de lo que transmiten cotidianamente los medios.El Mostrador
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