HECATOMBE.

Lo peor de la jornada de elecciones fue la hecatombe DC. Junto con alegrarme de la gran arremetida del PRI, me entristeció la derrota tan abultada de la DC. ¡¡¡Hombre, fueron 45 años de forjar la DC; peleas, luchas y congratulaciones; culatazos y sangre en los regimientos!!!. 45 años es toda una vida y esta derrota me da pena. Sigo conservando mis ideales de Humanismo Cristiano, pero en otro partido. Mi salida de la DC, fue porque no acepté la soberbia, la prepotencia, el mal manejo y los desaciertos que le estaba dando la senadora Alvear a mi partido. De nada sirvió el V Congreso Ideológico DC de Octubre 2007. La DC se lo farreó. Hoy la senadora Alvear ha muerto. Corresponde a la DC organizar sus funerales, lo que incluye también la reestructuración de su fiel directiva y Tribunal Supremo. Por allí se escucha un grito rotundo: “¡junta queremos!”
Recibí la invitación de un amigo de reintegrarme a la DC, cuando renunció la senadora Alvear. Mi respuesta fue: ¡No! Esto, debido a que la solución del problema de la DC, va mas allá de la renuncia de la presidenta. El problema está en su interior, en su organización. Mientras subsista la maquinaria montada por G. Martínez; mientras no se elimine el partido transversal de P. Aylwin; mientras hayan guatones, chascones, pizarristas y todo tipo de caudillismos; mientras no se respeten los principios y los ideales DC; mientras exista la “apernancia” en el poder del diputado Burgos y los ministros René Cortázar (transantiago) y Andrés Velasco; mientras la corrupción continúe en gloria y majestad, los esfuerzos para reorganizar el PDC y reencantar a la gente que creía en ellos, serán en vano.
Dura tarea le queda a la DC. Cualquier decisión que no contemple una cirugía mayor en su interior, será un error mas, que luego pagarán muy caro. En política, todos los errores se pagan. El cúmulo de errores de la senadora Alvear, su directiva y su Tribunal Supremo, provocó la hecatombe de la DC en estas elecciones. En este momento, las reacciones de los líderes que aún quedan en la DC, parece que no van en ese sentido. Están mas preocupados de la elección presidencial que del estado en que quedó el partido mismo. ¿Querrán que el PDC, aparte de a hecatombe sufrida, entre luego en coma?.
El Ave Fénix renació de entre sus cenizas. Al PDC le corresponde renacer igual, si no el PRI se lo va comer vivo.
SANTIAGO ROBLES VALENCIA
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