Grupo de militantes DC entrega propuestas para revitalizar al partido, la concertación y el país
“Atrévete para que Chile progrese con valores”
Cinco áreas de acción definen el contenido del documento público que fue divulgado como una forma de aportar propuestas tendientes a profundizar la democracia y avanzar en el camino al desarrollo.
La carta plantea críticas al modelo neoliberal, un llamado a rescatar los valores en el quehacer público y a cumplir las promesas que el actual gobierno ha dejado pendientes.
El actual contexto de crisis financiera internacional ha puesto en evidencia los efectos de la desregulación de los mercados y de la poca transparencia y justicia con que operan los mismos. La especulación, el uso de información privilegiada, el enriquecimiento de unos pocos y el sufrimiento de muchos, vienen a poner de manifiesto los vicios e imperfecciones del sistema neoliberal.
Visto a la distancia el problema parece ajeno, pero en una sociedad globalizada, tanto los orígenes como los efectos del escenario internacional tienen réplicas en Chile. Concientes de esta crisis y apuntando a generar un futuro en que los valores y la ética retomen su importancia, un numeroso grupo de militantes de la Democracia Cristiana, se propuso la elaboración de un documento con una serie de propuestas destinadas a establecer las prioridades de un desarrollo y un despegue basado en valores.
Los autores del documento sostienen que buena parte de los chilenos han caído en la desesperanza y en el individualismo debido a que el sistema les ha mostrado situaciones reñidas con la ética, como la exclusión y pobreza extrema. Por lo mismo se proponen la edificación de una sociedad más justa, construida en base a las respuestas que el neoliberalismo no puede entregar.
El documento lleva por título “Atrévete, para que Chile progrese con valores” y consta de cinco partes en las cuales se hace referencia a: Valores cívicos y ética pública, ciudadanía y democracia, igualdad de oportunidades, equidad y confianza para producir y crecer; y está firmado por Osvaldo Artaza; Gabriel Ascencio; Ana María Correa; Raúl Donckaster; Carlos Espinoza; César Gómez Viveros; Mario Jerez; Andrés Palma; Tamara Quijada; José Miguel Torres; y Marcelo Trivelli.
RESUMEN.
Entre los principales puntos del documento, destacan:
Como primera medida proponen profundizar la democracia, literalmente señalan: “La democracia ha fallado, porque la concentración del poder aún es muy alta y porque las reglas del neoliberalismo económico aún se imponen sobre la soberanía ciudadana. Es en el espacio de la ciudadanía, en el de la participación, donde cada persona tiene su principal valor y no en el mercado… El progreso se construye siempre con más democracia, más justicia, más libertad; en definitiva, con más ciudadanía”.
Convencidos de que los problemas de la democracia se resuelven con más democracia, los autores proponen descentralizar la administración del estado, quitando atribuciones al gobierno central para traspasarlas a las regiones y comunas, apuntando en esa dirección proponen una nueva Constitución Política para el país, además de inscripción electoral automática, voto voluntario y primarias obligatorias, como herramientas concretas “para lograr una sociedad más solidaria y participativa que asuma que la equidad, la libertad y la cohesión social no son utopías sino derechos.”
En materia de equidad el documento levanta una severa crítica: “La concentración económica en los mercados más dinámicos no se ha enfrentado o no se ha enfrentado con decisión o eficiencia. Ello se refleja en la industria del retail, en la farmacéutica, en la generación energética, en la industria forestal, la financiera, la de los traders de exportación frutícula, la de telecomunicaciones y muchas otras. No hay cambios significativos en estas áreas respecto del modelo neoliberal de la dictadura, pese a las promesas al respecto.” Por lo mismo llaman a avanzar en cambios fundamentales en la estructura de los mercados, incentivar y dotar de recursos a la pequeña y microempresa y a desarrollar sistemas y procesos que fortalezcan a los sectores medios.
“El estado debe ser más funcional y flexible”, señalan, y hacen referencia a la necesidad de fomentar la innovación y diversificar las fuentes de energías que sustenten el crecimiento y desarrollo que el país necesita: “Para crecer se necesita energía. Hoy Chile depende de fuentes energéticas externas cuyo incremento de precio ha retardado nuestro crecimiento. Hay fuentes energéticas de gran posibilidad que no utilizamos, principalmente porque su uso alteraría la estructura del mercado energético y también la estructura de poder en la sociedad, ya que quien controla la energía controla la el crecimiento. Tal como se ha demostrado, la energía eólica y la energía solar, que son abundantes y permanentes en nuestro país, deben ser desarrolladas.”
Finalmente, los firmantes hacen énfasis en su voluntad de hacer propias las promesas inconclusas del actual gobierno, textualmente señalan: “Lamentablemente el gobierno de la Presidenta Bachelet, que se inició con caras nuevas, convocando expertos para abordar los desafíos nacionales y con un claro sentido de equidad de género; en su segunda etapa ya no presenta ninguno de esos signos que resultaron fundamentales para que ella fuera elegida.
Es tiempo de materializar esos sueños y desafíos. Es tiempo de reconocer las deudas y los activos, de convocar a los que creen que es posible una sociedad más cohesionada, con mayor libertad, con un ambiente mejor y más autónoma; y atreverse a hacerla realidad”. Se envia como dcto adjunto. Quien desee que se le envie en forma particular ruego a uds. solicitarlo. espinozajara@gmail.com
La carta plantea críticas al modelo neoliberal, un llamado a rescatar los valores en el quehacer público y a cumplir las promesas que el actual gobierno ha dejado pendientes.
El actual contexto de crisis financiera internacional ha puesto en evidencia los efectos de la desregulación de los mercados y de la poca transparencia y justicia con que operan los mismos. La especulación, el uso de información privilegiada, el enriquecimiento de unos pocos y el sufrimiento de muchos, vienen a poner de manifiesto los vicios e imperfecciones del sistema neoliberal.
Visto a la distancia el problema parece ajeno, pero en una sociedad globalizada, tanto los orígenes como los efectos del escenario internacional tienen réplicas en Chile. Concientes de esta crisis y apuntando a generar un futuro en que los valores y la ética retomen su importancia, un numeroso grupo de militantes de la Democracia Cristiana, se propuso la elaboración de un documento con una serie de propuestas destinadas a establecer las prioridades de un desarrollo y un despegue basado en valores.
Los autores del documento sostienen que buena parte de los chilenos han caído en la desesperanza y en el individualismo debido a que el sistema les ha mostrado situaciones reñidas con la ética, como la exclusión y pobreza extrema. Por lo mismo se proponen la edificación de una sociedad más justa, construida en base a las respuestas que el neoliberalismo no puede entregar.
El documento lleva por título “Atrévete, para que Chile progrese con valores” y consta de cinco partes en las cuales se hace referencia a: Valores cívicos y ética pública, ciudadanía y democracia, igualdad de oportunidades, equidad y confianza para producir y crecer; y está firmado por Osvaldo Artaza; Gabriel Ascencio; Ana María Correa; Raúl Donckaster; Carlos Espinoza; César Gómez Viveros; Mario Jerez; Andrés Palma; Tamara Quijada; José Miguel Torres; y Marcelo Trivelli.
RESUMEN.
Entre los principales puntos del documento, destacan:
Como primera medida proponen profundizar la democracia, literalmente señalan: “La democracia ha fallado, porque la concentración del poder aún es muy alta y porque las reglas del neoliberalismo económico aún se imponen sobre la soberanía ciudadana. Es en el espacio de la ciudadanía, en el de la participación, donde cada persona tiene su principal valor y no en el mercado… El progreso se construye siempre con más democracia, más justicia, más libertad; en definitiva, con más ciudadanía”.
Convencidos de que los problemas de la democracia se resuelven con más democracia, los autores proponen descentralizar la administración del estado, quitando atribuciones al gobierno central para traspasarlas a las regiones y comunas, apuntando en esa dirección proponen una nueva Constitución Política para el país, además de inscripción electoral automática, voto voluntario y primarias obligatorias, como herramientas concretas “para lograr una sociedad más solidaria y participativa que asuma que la equidad, la libertad y la cohesión social no son utopías sino derechos.”
En materia de equidad el documento levanta una severa crítica: “La concentración económica en los mercados más dinámicos no se ha enfrentado o no se ha enfrentado con decisión o eficiencia. Ello se refleja en la industria del retail, en la farmacéutica, en la generación energética, en la industria forestal, la financiera, la de los traders de exportación frutícula, la de telecomunicaciones y muchas otras. No hay cambios significativos en estas áreas respecto del modelo neoliberal de la dictadura, pese a las promesas al respecto.” Por lo mismo llaman a avanzar en cambios fundamentales en la estructura de los mercados, incentivar y dotar de recursos a la pequeña y microempresa y a desarrollar sistemas y procesos que fortalezcan a los sectores medios.
“El estado debe ser más funcional y flexible”, señalan, y hacen referencia a la necesidad de fomentar la innovación y diversificar las fuentes de energías que sustenten el crecimiento y desarrollo que el país necesita: “Para crecer se necesita energía. Hoy Chile depende de fuentes energéticas externas cuyo incremento de precio ha retardado nuestro crecimiento. Hay fuentes energéticas de gran posibilidad que no utilizamos, principalmente porque su uso alteraría la estructura del mercado energético y también la estructura de poder en la sociedad, ya que quien controla la energía controla la el crecimiento. Tal como se ha demostrado, la energía eólica y la energía solar, que son abundantes y permanentes en nuestro país, deben ser desarrolladas.”
Finalmente, los firmantes hacen énfasis en su voluntad de hacer propias las promesas inconclusas del actual gobierno, textualmente señalan: “Lamentablemente el gobierno de la Presidenta Bachelet, que se inició con caras nuevas, convocando expertos para abordar los desafíos nacionales y con un claro sentido de equidad de género; en su segunda etapa ya no presenta ninguno de esos signos que resultaron fundamentales para que ella fuera elegida.
Es tiempo de materializar esos sueños y desafíos. Es tiempo de reconocer las deudas y los activos, de convocar a los que creen que es posible una sociedad más cohesionada, con mayor libertad, con un ambiente mejor y más autónoma; y atreverse a hacerla realidad”. Se envia como dcto adjunto. Quien desee que se le envie en forma particular ruego a uds. solicitarlo. espinozajara@gmail.com
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