Carta al Director. Rodemil Alarcon.
Señor Director:
Como toda creación humana, el sistema binominal no era perfecto, traía escondido en su seno el germen de su propia destrucción, su principio básico, el de las dos grandes fuerzas políticas que necesariamente construían entre ellas y sin preguntarle a nadie una supuesta e infalible “estabilidad”, se cayó a pedazos.
Bastó que un grupo de parlamentarios (elegidos dentro de esta lógica, puesto que de otra forma es casi imposible) declararan su independencia, para que las decisiones saltaran bruscamente de estas “mayorías” al arbitrio de unas minorías significativas.
La visión egoísta acerca de las ventajas de este sistema, que entre otras cosas ha permitido perpetuar también este modelo económico, es lo que ha hecho que los dirigentes políticos evadan la posibilidad de cambios y esta misma visión egoísta es la que hoy impulsan las oligarquías concertacionistas para protegerse de esta sorpresiva realidad.
Habría que comentarle al Ministro Perez, al Senador Ruiz Esquide y a todos los que tienen la idea del “silenciamiento” por Ley, que si el tema fuera tan simple, bastaría una ley para resolver el problema del Transantiago, del Auge, el Femicidio y todos los que pudieran presentarse en el futuro.
Rodemil Alarcón D.
Consejero Provincial PDC
RUT 6.974.992-5
Como toda creación humana, el sistema binominal no era perfecto, traía escondido en su seno el germen de su propia destrucción, su principio básico, el de las dos grandes fuerzas políticas que necesariamente construían entre ellas y sin preguntarle a nadie una supuesta e infalible “estabilidad”, se cayó a pedazos.
Bastó que un grupo de parlamentarios (elegidos dentro de esta lógica, puesto que de otra forma es casi imposible) declararan su independencia, para que las decisiones saltaran bruscamente de estas “mayorías” al arbitrio de unas minorías significativas.
La visión egoísta acerca de las ventajas de este sistema, que entre otras cosas ha permitido perpetuar también este modelo económico, es lo que ha hecho que los dirigentes políticos evadan la posibilidad de cambios y esta misma visión egoísta es la que hoy impulsan las oligarquías concertacionistas para protegerse de esta sorpresiva realidad.
Habría que comentarle al Ministro Perez, al Senador Ruiz Esquide y a todos los que tienen la idea del “silenciamiento” por Ley, que si el tema fuera tan simple, bastaría una ley para resolver el problema del Transantiago, del Auge, el Femicidio y todos los que pudieran presentarse en el futuro.
Rodemil Alarcón D.
Consejero Provincial PDC
RUT 6.974.992-5
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