viernes, octubre 12, 2007

Fuentealba: 90 años de experiencia y esperanza

Sin cansancio aparente, con ganas, como casi siempre, el dirigente se muestra optimista en que tras este cónclave, su partido -el mismo al que ingresó a los 18 años de edad- logrará una renovación profunda que le permitará aportar al pacto nuevos y potentes bríos.
-¿Qué espera de este encuentro ideológico?
-Creo que lo mismo que esperamos todos: que sea realmente una renovación a fondo, no en cuanto a sus principios o ideas, que son perennes, pero sí en cuanto a la forma en que encarar los problemas de la nueva realidad del país.
-¿Qué le parecen las opiniones de Adolfo Zaldívar en cuanto a la necesidad de hacer correcciones al modelo económico?
-En eso estamos todos, no solamente Adolfo Zaldívar. Hay que actualizar el modelo en el que estamos viviendo. Tenemos una realidad dinámica y, por lo tanto, el modelo debe irse adecuando cada vez más a las circunstancias y crear o contener todos los medios que sean necesarios para alcanzar una mayor equidad y justicia.
-¿Cree que hay una deuda en esa materia?
-La hay, a pesar que estos gobiernos de la Concertación han hecho lo que nunca se ha hecho en la historia de Chile. Sin embargo, todavía el problema de la pobreza es un problema en Chile, por mucho que haya disminuido. Existe un predominio, en el orden económico, de los poseedores del capital sobre el resto.
-En tal sentido, ¿considera fundamental que la DC recupere su influencia política?
-Evidentemente. La DC fue la que inició las transformaciones estructurales en este país. Se hicieron reformas de fondo, como la agraria y como lo fue la reforma social también, porque se aumentó enormemente la organización sindical. Por ejemplo, en el mundo agrario, el partido hizo una reforma muy grande, principalmente en cuanto al cambio sustancial de la mentalidad sobre el campesinado a quienes se les reconocieron sus derechos como personas.
-¿Qué piensa cuando, por ejemplo, el senador Eduardo Frei dice que la Concertación se está izquierdizando?
-No tengo una explicación acerca de cuál es el alcance de qué significa que se esté izquierdizando. Puede significar varias cosas: que se esté pensando en el sentido de que lo entienden los ex marxistas o también que izquierdizarse sea convertirse en más progresista. Si se trata de que hay mayor progresismo, qué bueno que se izquierdice. Me gustaría que se definiera eso. Si irse hacia la izquierda significa ser partidario que haya una mayor intervención del Estado en algunas materias, eso sería bueno.
-¿Le hacen falta aires nuevos a la Concertación?
-La Concertación está constituida por partidos diferentes, con ideologías y filosofías distintas. Antes, hasta hace 15 años, lo principal el regreso a la democracia. La Concertación hoy es unirse para cumplir objetivos claros y concretos en los que todos coincidimos. Ahora existen otros problemas que no son propios del conglomerado. Por ejemplo, no hay una posición igualitaria respecto de la familia, el aborto, etcétera. Y podemos discrepar, pero no hay que perder de vista nunca que la Concertación consiste en ponerse de acuerdo para la realización de determinados objetivos.
-¿Esta reunión de la DC debe servir a ese objetivo?
-El partido debiera ser un gran aporte y ojalá ser líder en proponer las soluciones que requiere esta sociedad para el futuro.
-Pero hoy no se ve esa unidad partidaria.
-Hay un gran desorden, cada uno dispara para cualquier lado. Entonces como que se perdieron los objetivos comunes. Parece que el objetivo fundamental y único que realmente quería la Concertación era la vuelta a la democracia. Vino ésta y como que nos agotamos. Parece que lo demás fueron sólo declaraciones, pero no aspiraciones reales.
-¿Eso se puede revertir?
-Por supuesto que sí. Por eso es que hay reunirse, conversar, hacer un examen de conciencia y revisar lo que tenemos que hacer en el futuro. La clave de ese futuro es buscar la justicia social.
“Hemos completado una etapa en la que los objetivos comunes ya se han cumplido, se han agotado y la Concertación tiene que hacer un retiro espiritual, con todos sus dirigentes, para lograr un recuento de todo lo que se ha hecho”, diagnostica. En esa línea asegura que se deben fijar nuevas metas compartidas por todos y que “hay que enfrentar en el presente y el futuro para alcanzar la finalidad de una sociedad justa, donde vivamos en libertad, donde haya justicia social con libertad”.
Además, este líder político que entre sus pergaminos tiene nada menos que el haber ayudado a que el general Roberto Viaux, acuartelado en el regimiento Tacna en 1969, depusiera su conducta, llama a alejarse de las disputas y del agotamiento. Esa receta, dice, también es válida para su propia colectividad, respecto de la que también destaca su capacidad de llegar a un consenso. Aún así, advierte que lo primero que debe hacer la Democracia Cristiana es lograr ordenarse.