miércoles, julio 25, 2007

Mínimo legal versus óptimo moral: Regulación del Lobby en Chile... Renato Briceño

La regulación del lobby aparece legitimada como una herramienta democrática, puesto está orientado a delimitar las demarcaciones entre lo público y lo privado. En tanto, hace un aporte a la transparencia del proceso de toma de decisiones políticas, puesto que hace pública la interacción entre actores públicos y privados. En este sentido, la regulación del lobby contribuye a que al menos una parte importante de las decisiones importantes de un país no sean desarrollada en una “esfera oscura”, sino abierta ante la percepción de todos los sentidos de la sociedad civil. En resumen, la regulación del lobby fiscaliza toda la interacción que se produce entre los parlamentarios, los miembros del ejecutivo y los lobbystas.
Sin embargo, cabe destacar que precisamente los actores que serían directamente afectados por una eventual reforma, son los encargados en diseñar los parámetros jurídicos para regularizar el proceso. Esto, porque la regulación del lobby restringirá el ámbito de acción de los miembros del ejecutivo y los parlamentarios. En consecuencia, este tipo de reformas exige una atención adicional por parte de la opinión pública. No obstante, la atención debe pasar de “adicional” a “necesaria” cuando se publica en la web del Congreso que “las infracciones cometidas por autoridades o funcionarios públicos, con excepción de senadores y diputados, se regirán por sus propios estatutos. En el caso de los parlamentarios, el Congreso Nacional determinará la forma, procedimiento y régimen de sanciones que sean procedentes”.
Lo anterior habla por sí solo. La democracia chilena exige nuevas herramientas de fiscalización para la sociedad civil y la opinión pública. Si una normativa que se orienta a regular la interacción entre individuos, no pueden ser estos mismos individuos los encargados de diseñarla y determinarse a ellos mismos las sanciones. Esto, porque simplemente se pone en tela de juicio la moralidad de los actores públicos, los cuales lejos de vivir al “filo de la ley”, deben ser ejemplos de buena conducta.

1 Comments:

Blogger patocuadra said...

Felicitaciones Renato,

lo publicaremos en el diario ciudadano de nuestra querida arica.

Saludos,

Patricio Cuadra C.
Consejero Nacional JDC

27 julio, 2007 14:51  

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