domingo, junio 17, 2007

VUELCOS CULTURALES NECESARIOS EN AMÉRICA LATINA...Otto Boye.

Para avanzar y alcanzar un desarrollo integral en América Latina quiero mencionar en esta ocasión tres ámbitos dentro de los cuales se requerirá producir un vuelco profundo y necesario de tipo cultural.
PRIMERO: Si América Latina quiere ser "alguien" y no "algo" en el mundo -lo he dicho en múltiples ocasiones- debe avanzar decididamente hacia su integración cada vez más completa y amplia. El camino que hizo Estados Unidos, partiendo de trece colonias al independizarse de Inglaterra, y el realizado por Europa después de la Segunda Guerra Mundial, al construir el mercado común y después la Unión Europea, deberá hacerlo el conjunto de países que forman nuestra región. A pesar de los muchos esfuerzos realizados, hay obstáculos que mantienen frenado los procesos respectivos (MERCOSUR, COMUNIDAD ANDINA, MERCADO COMUN CENTROAMERICANO Y COMUNIDAD DEL CARIBE, entre otros). Uno de ellos es, a mi juicio, el más relevante de todos. Consiste en la negativa de muchos actores importantes para ceder soberanía, a pesar de que saben de lo imprescindible de este paso para lograr integrar realmente a la región. Si los Estados-Naciones existentes no entienden esto y se parapetan detrás de sus fronteras, sufrirán tragedias por su retraso y, a la larga, sucumbirán en el acelerado proceso que está debilitándolos día a día. Con la globalización de las comunicaciones dichas fronteras se van convirtiendo en fantasías de la imaginación y realidades del pasado. No existe alternativa a la integración, salvo el fracaso y una vida a remolque de la historia, sin nada que aportar al mundo de hoy y de mañana. Un radical vuelco cultural en esta materia es necesario y urgente.
SEGUNDO: La ola neoliberal, bajo la justificación ideológica de modernizar el Estado, lo desmanteló y lo redujo al mínimo posible. Hoy crece la convicción de que fue un camino engañoso y deliberado, que favoreció a los poderosos y perjudicó a los débiles. Una reforma profunda del Estado, en que una verdadera modernización no lo lleve a una megaburocratización que lo mantenga tan inútil como antes, sólo que mucho más costoso, sino que lo conduzca a tener más poder para imponer equidad en la sociedad y conducirla a disfrutar de un desarrollo integral capaz de dar a luz un mundo solidario, es la vía a seguir. Esto también requiere de un vuelco cultural profundo, pues hoy cualquier fortalecimiento del Estado, por justificado que sea, es descalificado con la acusación de estatismo. Se necesitará coraje y persistencia para sostener este debate y, sobre todo, para llegar a las decisiones que cambien la realidad actual.
TERCERO: El vuelco cultural decisivo se dará en la mente y el corazón de cada persona cuando seamos capaces de vencer el feroz individualismo presente y logremos vivir y encarnar un espíritu de solidaridad en todos los resquicios de nuestra realidad. Deberemos salir de la economía pura de mercado, que genera la actitud individualista en los ciudadanos, para pasar a una economía social de mercado y, mejor aún, a una economía solidaria de mercado. Para ello, será necesario fortalecer el poder regulador del Estado, como ya vimos. Sólo un Estado así podrá también, sin desnaturalizarse, ceder la soberanía necesaria para avanzar hacia la integración con otros Estados en la región, de modo que, juntando fuerzas, dejen de ser "algo" en el continente, y pasen, como dijimos al comienzo, a ser "alguien" en el mundo.