..'Adolfo no sólo no ha creído en el modelo, tampoco cree en la Concertación' ..
A pocos días de la realización de la Junta Nacional de la DC, el otrora ministro afirma que en la cita partidaria ''hay que dar un gran mandato y respaldo a la directiva encabezada por Soledad Alvear para contribuir a ordenar la Concertación tanto en términos del gobierno, del Parlamento y los partidos''. En septiembre partirá a Estados Unidos para hacer clases durante un año en la prestigiosa Universidad de Princeton. El ex canciller Ignacio Walker dice estar “feliz de la vida” en lo que describe como “una etapa de reflexión intelectual y política”. Sin embargo, aunque no se lo vea en la contingencia, participa activamente en la vida interna de la DC, donde es consejero general, y no descarta en el futuro retomar su carrera como legislador, pero esta vez en el Senado. Cuando se le pregunta sobre esa posibilidad, señala que “eso lo veremos después de la elección municipal. No lo descarto”. En lo inmediato, Walker participará en la Junta Nacional de la DC donde terminará de renovarse la estructura interna de la colectividad. Asimismo, se ha planteado que en la cita debería abordarse el tema de la candidatura presidencial del partido. Pero el ex ministro no adhiere a la idea de que este sea el momento para hablar de este tema. "El tema presidencial hay que tratarlo más adelante, pero evidentemente la DC va a tener el interés por tener una opción propia el 2009. En eso no hay ninguna novedad, y es natural que así sea, pero yo creo que en esta Junta hay que dar un gran mandato y respaldo a la directiva encabezada por Soledad Alvear para contribuir justamente a ordenar la Concertación, tanto en términos del gobierno, del Parlamento y los partidos", dice. Es que Walker comparte con la presidenta de la DC la inquietud por lo que está ocurriendo al interior de la Concertación, que llevó a Alvear a sostener que esto "no da para más". -Ella tiene toda la razón, personalmente escribí un artículo que se llama “esto no puede seguir así” y me parece una alerta dirigida no sólo al gobierno sino que a los partidos y parlamentarios de la Concertación. -¿Cómo ve a la DC en este momento? -La DC hace mucho tiempo vive un proceso de declinación electoral, hemos perdido como 800 mil votos en más de una década, mientras el año 89 el 35% de la opinión pública se manifestaba afín a la DC, hoy día estamos en 12%. Pasamos de 12 senadores a 6 y tenemos 20 diputados, y, por lo tanto, más vale que nos pongamos las pilas. -¿Y es a eso a lo que se tiene que apuntar en la Junta Nacional? -No sólo en la Junta Nacional, el Congreso que culmina en octubre. La necesaria y tan postergada mirada renovadora que quisiéramos ver en la DC. -¿A dónde tiene que apuntar esta renovación? -Es la mirada en torno al mundo en el que nosotros vivimos, dejar de lado los complejos, los prejuicios, asumir que estamos en un mundo global que tiene luces y sombras, y sumarse al esfuerzo que está haciendo el país de integrarse pro activamente al mundo global. La DC de alguna manera está a la defensiva y creo que hay que pasar a la ofensiva. “Abogar por cuentas fiscales ordenadas no es ser neoliberal” -¿Cuáles son esos complejos de los que habla? -Especialmente en el eje económico social. Hay una cierta cultura estatista, aunque soy amigo del Estado, nostálgica del pasado, llena de dudas y sospechas sobre temas como la liberización del comercio, la apertura económica, la rebaja de aranceles, temas como productividad y competitividad que son vistos todos como sinónimos del neoliberalismo, y está el gran error, controlar la inflación no es ser neoliberal, abogar por cuentas fiscales ordenadas no es ser neoliberal, es ser inteligente, responsable, serio. El liberalismo y el neoliberalismo lo vivimos en Chile de cerca con la experiencia de los Chicago Boys, y ese no es nuestro modelo, y no puede ser nuestro modelo. Pero tampoco el neopopulismo. Hay que profundizar lo que hemos llamado crecimiento con equidad y sin complejos. -¿Hay sectores de la DC que están apelando al neopopulismo? -No. Nunca tanto. Pero hay formas mucho más sutiles de debilitar nuestro impulso como país. Y la verdad es que creo que en ese eje económico social, la DC tiene que entender que conceptos como la equidad, la justicia social, la solidaridad, que son tan propias de nuestra doctrina histórica, no son incompatibles con el crecimiento económico, la productividad, la competitividad. Hay complejos, hay prejuicios, y eso impide que la DC represente, sintonice con la sociedad emergente. -¿Qué opina de la tesis colorina de cambiar el modelo? -Es parte de la confusión. ¿Qué modelo? No creo que la gente haya votado por el modelo de la Concertación durante 17 años. Aquí tenemos una estrategia de desarrollo, una opción como país, sector público y privado, y está orientada justamente en la dirección correcta. Y además la tesis de la rectificación y de la corrección del modelo Adolfo Zaldívar tuvo cuatro años para llevarla a la práctica cuando fue presidente del partido, y en qué terminaron, en la peor debacle política de los últimos 17 años. Bajamos de 12 a 6 senadores, nos quedamos con 20 diputados. Esta tesis de la corrección del modelo es una consigna más que una tesis. -¿Cómo ve las relaciones internas en el partido? -Soledad Alvear ha hecho un tremendo esfuerzo. Muchas veces inhibiéndose ella misma de opinar de la forma en que tal vez quisiera, para tratar de crear un espacio común para todos, con un liderazgo muy claro, que es el 70% que la apoyamos y que le dimos un mandato que ella está llevando a la práctica, recordando que la DC es un partido de la Concertación y del gobierno, pero obviamente hay aquí un deterioro de la convivencia interna que es muy lamentable. Y hay diferencias también más profundas. En el fondo, Adolfo Zaldívar no sólo nunca ha creído en el modelo, sino tampoco en la Concertación. Él nunca ha creído en la Concertación, y ha sido muy consistente en ese sentido; nunca ha creído en la Concertación y nunca ha creído en el gobierno. ¿Entonces qué hace en un partido que es de gobierno y de Concertación? No entiendo. “Izquierdizar la Concertación es el camino más seguro de la derecha al poder” -¿Cómo evalúa la situación al interior de la Concertación? -Si nosotros mismos empezamos a dudar y a titubear y trastabillar, en el fondo se va a agotar este impulso, y la gente hoy día es mucho más libre en torno a la opción de la Concertación y la opción de la Alianza, la paradoja es que esta suerte de izquierdización de la Concertación que algunos plantean es el camino más seguro de la derecha al poder. Eso es justamente lo que necesita la Alianza por Chile para llegar al poder, izquierdizar la Concertación. La Concertación debe su éxito, entre otras cosas, a haber sabido interpretar los anhelos de seguridad, estabilidad y progreso de los sectores de centro. Hasta ahora, la Concertación ha sido la garante de la gobernabilidad del cambio, pero parece que la gente entiende que lo nuestro se está debilitando. Estos sectores que quieren izquierdizar la Concertación, en el fondo, están invitando a la derecha a llegar al poder. -¿Y qué responsabilidad tiene la DC de este proceso de izquierdización? -Todos estos complejos sumados, y todas estas realidades de desafectados, díscolos, desgobiernizados, toda esta tendencia a izquierdizar la Concertación, lo que hace es descentrar, dejar de representar y reflejar a los sectores medios que van entonces a entregarse a la derecha. -¿La Concertación está perdiendo espacio en el centro? -Evidente y la derecha con Sebastián Piñera lo está conquistando. -¿Hay personas de la DC que se sienten incómodas dentro de la Concertación? -Sí, son muy pocas, hay sectores de la DC que tienen sentimientos de cansancio en esta coalición, y eso hay que enfrentarlo con pedagogía, con mística, con mayor desapego de los cargos, de las pegas, volcarnos a las ideas. La gente no está gritando por la corrección del modelo, la gente quiere políticos que hagan bien la pega, quieren partidos y políticos que representen, quieren conducción presidencial, y quieren que haya progreso sobre bases crecientes de equidad. En ese sentido, necesitamos una nueva agenda social y un nuevo pacto social, eso es cierto, esa discusión está planteada y puede ser una posibilidad para que la Concertación y el país podamos realmente retomar un rumbo que teníamos y creo que estamos perdiendo. -¿Cómo evalúa el episodio del rechazo al proyecto de depreciación acelerada? -Hay que desdramatizarlo, pero es desconcertante porque muestra fisuras al interior de la Concertación, que fueron aprovechadas por la Alianza por Chile por razones obvias, por lo tanto hay un debilitamiento político de una Concertación que por primera vez en 17 años, tiene mayoría en el Senado, en la Cámara de Diputados, y en medio de eso aparece esta fisura. No se entiende que la Concertación o sectores de ella, hasta ahora minoritarios, estén planteando permanentemente estas dudas. -¿Qué posibilidad reales tiene Michelle Bachelet de gobernar adecuadamente si no puede sacar proyectos importantes por el rechazo de los parlamentarios de su tendencia? -Ahí se requiere de muchas conversaciones, de muchas negociaciones y una cierta capacidad de ordenar. Hasta ahora hemos tenido Presidentes que ordenan, es un sistema presidencialista, y la Presidenta seguramente ve con frustración e impotencia que hay díscolos, hay desafectados, hay desgobiernizados, que hay fisuras al interior de la Concertación y que entonces ésta no se puede aprovechar la mayoría que por primera vez tiene en el Parlamento. ¿Quién pierde al final? Pierde la Presidenta, pierde el liderazgo, la coalición y pierde el país, porque ve desorden. -¿Hay una falta de liderazgo de la Presidenta? -Ella tiene un liderazgo propio que hay que respetar. El cambio de gabinete va en la dirección correcta, están reapareciendo los profesionales de la política, y eso es positivo. Creo que vamos a tener un buen año, después del discurso del 21 de mayo hay que retomar la agenda social. -¿Qué le falta a la relación entre la Concertación y el gobierno? -Se están dando los pasos adecuados. La Presidenta está conversando bastante con los presidentes de partidos, estos están conversando bastante con los ministros políticos, hay una mejor coordinación con los jefes de bancada. Se está retomando un nivel de coordinación y de articulación de la política que no se veía. Hubo un cierto concepto de gobierno ciudadano que alejó a la Presidenta de las instituciones de la democracia representativa, los partidos, el parlamento. Eso se está corrigiendo. -¿No resultó la idea de un gobierno sólo con caras nuevas? -El cambio era la Presidenta Bachelet, la primera mujer en la historia de Chile en llegar a la Presidencia de la República. Ese era el cambio. Y no era necesario tanto rigor matemático en cuestiones de género, y tanta obstinación en temas generacionales. Y eso también se ha ido corrigiendo.
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