miércoles, enero 17, 2007

...!AY UTOPIA¡.. CABALGADURA QUE NOS VUELVE GIGANTES EN MINIATURA..R.SILVA..

Camarada Espinoza:
Grato me resultó leer que el camarada Pablo Berwart también le
ha encontrado un símil a la canción de Serrat con la actitud política que hoy se asume. En Julio del año pasado remití un correo a mis camaradas en el cual hago un análisis de la situación de nuestro partido en la provincia de San Antonio mencionando justamente las estrofas de esa canción de Serrat y que me trajo justamente los conflictos que afloran ante la franqueza del analisis.
Creo que Serrat tiene otros temas que tocan situaciones puntuales
y que en otra oportunidad te comentaré.
Felicitaciones por la página, es un buen medio de contacto.
Fraternalmente RAMON SILVA SUAZO Concejal de San Antonio
P.D.: Remito texto escrito y remitido desde el viejo continente y el texto
de la canción fué redactado de memoria.
UN ALTO EN EL CAMINO
Se echó al monte la utopía perseguida por lebreles
que se criaron en sus rodillas y al no poder seguir su paso
la traicionaron y hoy funcionarios del negociado de sueños dentro de un orden son partidarios
de capar al cochino para que engorde…..
J.M.Serrat
Alejado de mi provincia por situaciones familiares es quizás la razón que inspiran estas letras, cuando en este nuevo aniversario bordeamos los 50 años de existencia de un partido de ideas, de sueños colectivos y utopías como lo es el Partido Demócrata Cristiano, resulta natural su pretensión de acceso al poder tras la búsqueda de lograr la sociedad que inspira nuestros principios y valores.
!!! Para eso queremos acceder al Gobierno!!!! y no para satisfacer intereses personales o grupales.
Con que realidad local contamos para ello????. La militancia se encuentra diversificada, existe un número de militantes que se reconoce seguidor de algún dirigente local y es aquí donde lamentablemente algunos han adoptado para si los gentilicios de Velasquistas o Veneguistas (trabajando y votando incluso por ellos) aunque ambos ya no representan los valores ni los intereses de nuestro partido, existe otro número de militantes que reconoce ante sus camaradas el haber trabajado por alguna candidatura extra partidaria a cambio de una remuneración, siendo la necesidad de ingresos el argumento que valida su decisión y coexiste además otro numero de militantes que ha realizado la misma acción sólo porque el candidato nominado por nuestro partido no era de su agrado, no compartió el método utilizado para ello o porque con el otro candidato le unía una amistad. Paradojalmente todos ellos se manifiestan democratacristianos que cumplen y defienden su doctrina, principios y valores y no falta quien se autocalifica de ejemplar, al parecer no existe un autocuestionamiento o un análisis de lo obrado como si aquellas acciones fuesen normales. Afortunadamente a pesar de los calificativos ganados por estas acciones indebidas de algunos de los nuestros, los votantes (según los resultados de la última elección parlamentaria) ven a la Democracia Cristiana como un buen referente, reconocen a sus militantes doctrinarios, saben que los indisciplinados representan la excepción dentro de nuestra militancia y que es mayoritariamente abrumadora la cantidad de democratacristianos consecuentes.
En un comienzo, el poder se conquistaba con la fuerza y todos los grandes guerreros de la historia como Aníbal, Aecio, Aquiles, Darío, Ulises, Atila, Alejandro y Leonidas (entre otros) contaban con un ejército ordenado, obediente y disciplinado, cualidades que garantizaban el triunfo. Luego el poder fue posible lograrlo por medio de la riqueza o el dinero, medio característico en disputas medioevales entre monarcas de distintos reinos, allí con ofertas de riquezas se lograban voluntades, un ejemplo de esto es lo sucedido al mítico William Wallace (film Corazón Valiente) cuando a cambio de riquezas y poder sus amigos le abandonaron en medio de la batalla. Actualmente el acceso al poder está en el conocimiento, el saber es una característica importante para su logro, de allí la importancia del trabajo personal de los militantes en la base y de los medios de comunicación, su control, cobertura y credibilidad.
Que debemos hacer ???. Es mi convicción personal que previo a pensar en cualquier desafío electoral debemos poner nuestro esfuerzo en prestigiar el partido en la provincia poniendo en la primera línea a rostros de reconocido prestigio y consecuencia, democratacristianos que no solo prediquen su doctrina, valores y principios sino que hagan de ellas su diario vivir y que la ciudadanía les reconozcan como los portadores de un testimonio, de esta manera fortaleceremos la disciplina interna, acrecentaremos la credibilidad pública y contaremos con una militancia obediente y disciplinada, doctrinaria e incorruptible, trabajadora y voluntariosa.
Así cualquier desafío es posible abordarlo con éxito.
! Ay Utopía !
Cabalgadura
Que nos vuelve gigantes
En miniatura J.M.Serrat