....ASADO?...DONDE?....CUÁNDO?...

Por Alejandro salas.

Qué está ocurriendo?

Gabriel nos dice que “por sus obras los conocereis, tanto a los de afuera como a los de adentro de nuestro Partido”
Luego el Keko sugiere lo del asado y me pregunto si, esta vez, Pablo estará en lo cierto y habrá que seguir esperando…
No es nada de mala la idea del asado… Hay que hacerlo.
En tanto, la estrechez de mi inteligencia me impide mirar con claridad, pues al revisar la prensa, me encuentro con el nombramiento de Javiera (esposa, nuera, gerenta de Paz Ciudadana, experta en seguridad, magister en gestión y políticas públicas, políglota y profesora universitaria), en replazo de Marcelo, a quien, por cierto, dejan muy mal parado. Por otra parte y, aunque lleno de interrogantes, me alegro al ver reflejado en sus páginas el respaldo oficial que recibe Guillermo.
No pretendo ironía ni ingenuidad y, mucho menos sarcasmo; pretendo responsabilidad para saber reconocer los modos de cómo las contingencias del poder delinean la opción para alternar figuras de desarrollo que rompan las barreras que impiden la equidad, a saber, me pregunto: ¿Cuán mayor debiera ser el esfuerzo creativo para superar al “status quo” y su comportamiento cotidiano?
Celebro el nombramiento de Javiera y el respaldo de Guillermo, aunque solidarizo fuertemente con Marcelo, Gabriel, Andrés y\n Martín. Me perturba la polémica entre Patricio y Carmen por la inoportuna muerte de Frei, pues allende la positivización de los hechos, lo que se quiera develar u ocultar, todos y todas sabemos que en los 80 era plausible la derrota de Pinochet con el liderazgo que había retomado don Eduardo y es menester decir que, con su muerte, la dictadura pudo prolongarse por 8 años más de miseria.
Quisiera pudiésemos leer el pensamiento y vocación de Frei Montalvo con estos ojos mezquinos del hoy y actualizarlo. En el fondo de mis supuestos, está la convicción (fe), de que la era y Chile con ella, ha alcanzado el punto en que nada importa más que la dogmática que protege los privilegios de unos pocos a fuerza del costo que debemos pagar los más. De aquí que me resulta imperativa la religión que vuelva a reunir política y espíritu, donde el motor sea el espíritu y la acción sea la política; donde el espíritu sea la justicia y la política sea una constante de búsqueda y hallazgo de esa justicia.