viernes, septiembre 12, 2008

PROFETAS. Santiago Robles.

En el Antiguo Testamento, nos encontramos con los “profetas”. Profeta, viene del Hebreo, y significa “testigo” Los profetas, como testigos de Yahve, eran personas escogidas para mantener en el pueblo de Israel, la fe en un Dios único y la esperanza de un Mesías Redentor. Cuando los profetas cumplían con su misión, no eran agradables a los reyes, ni a los sacerdotes, ni al pueblo, pues les denunciaban los males en que incurrían. Algunos de ellos recibieron revelaciones de Yahve, y pudieron pronosticar (profetizar), acontecimientos futuros.
En Chile tuvimos un profeta: el Cardenal Don Raúl Siva Henríquez, para los mas íntimos “don Raúl”. De origen modesto, fue elevado al cardenalicio por el Papa Juan XXIII en 1962. A don Raúl, le tocaron tiempos difíciles. El Golpe de Estado de 1973, demostró que este hombre, escogido por Dios, con voluntad y trabajo inmenso, pudo responder a su Iglesia, a la ciudadanía a los perseguidos, a los torturados y a los asesinados, que aún había una esperanza viva en la doctrina de la Iglesia Católica. Mientras otras iglesias cristianas, agradecían a Pinochet por haberles librado de los comunistas, él fundó la Vicaría de la Solidaridad. Se constituyó en “la voz de los sin voz”, y a través de las parroquias de la Iglesia Católica, pudo extender su apostolado de solidaridad a los perseguidos. Esto causó el escándalo de muchos católicos, porque “el cardenal se metía en política”. Sin embargo él siguió adelante. Pudo ver en los presos y en los torturados, a un Cristo que sufría y que tendía la mano, buscando otra mano amiga que mitigara su dolor. Sin dudarlo, don Raúl tomó esa mano y la apretó con fuerza. El Señor Jesús lo llamó a su lado en 1999.
El Viernes 5 de Septiembre pasado, en la catedral de Santiago, celebramos el cumpleaños de otro profeta. El Cardenal Francisco Errázuriz Ossa, cumplía 75 años. En una catedral repleta de fieles, con un coro impresionante, se le cantó “el cumpleaños feliz”. Muchas lágrimas corrieron por las mejillas de quienes lo cantaban. Muy pocas autoridades de gobierno en esta celebración. Seguramente estaban muy ocupados en explicar lo inexplicable del Transantiagazo; de explicar el triunfo del gobierno al acudir al 2% constitucional, etc.
No ha sido fácil para este cardenal, continuar hoy con el mensaje de esperanza en el Evangelio de Jesús. Sin embargo el Tribunal Constitucional le dio la razón con la píldora del día después. Hoy está preocupado por “esas aguas nuestras de cada día”, que los eruditos de Tolerancia Cero trataron de bajarle el perfil, pidiendo datos exactos, proyectos; que estos informes no se hacen así, etc. No fueron capaces, en su ceguera, de advertir que el trabajo del Obispo Infanti, no es mas que una carta pastoral, orientada a los chilenos para reflexionar acerca de los dones gratuitos, entre ellos el agua, que Dios dio al hombre para su sustento, y que hoy se encuentra en manos privadas. Luego, especialistas, Ingenieros Hidráulicos, Ingenieros Agrónomos y otros, les pondrán números transformando esta gran idea en un buen proyecto para Chile y su gente.
Incomprendidos, los profetas siguen su camino, predicando este molesto evangelio de esperanza que nos dejó el Señor Jesús, que tantos problemas le provocan a quienes no están con él. Hoy, cerca de las elecciones municipales, muchos dicen que la Iglesia está atrasada, que no es progresista, que debe actualizarse y que debido a esto pierde cada vez mas influencia sobre la gente. Estos agoreros olvidan que la Iglesia Cristiana, es la única organización en el mundo, que ha sobrevivido cerca de dos mil años. El Imperio Romano, la Edad Media, los absolutistas, y otras organizaciones humanas, todos han pasado al olvido: sólo el cristianismo, gracias al Evangelio del Señor Jesús y sus profetas, con su mensaje de esperanza, permanece incólume en el tiempo.