viernes, octubre 26, 2007

Ramon Briones y Nuestro Congreso.

Santiago, 18 de Octubre de 2007.
Señor
Director
El Mercurio
Presente
Junto con felicitar a su diario, por las informaciones que ha entregado en torno al Congreso Partidario de la Democracia Cristiana, en el cual he actuado y sigo actuando como miembro del Comité Organizador, me permito puntualizar algunas materias.
Este Congreso permitió el trabajo de los periodistas de una manera completamente inédita, ya que acordamos que habría libre acceso en todas las comisiones de los representantes de los medios. El Mercurio hizo uso de esta invitación, y eso le ha permitido aquilatar el trabajo ejecutado.
Si bien el diario, en uso de su estricto derecho, ha titulado los acuerdos como una izquierdización de la DC, es conveniente para una mejor comprensión de los lectores establecer que el Congreso lo que hizo en realidad fue efectuar un ejercicio en el campo de las ideas que unívocamente implica un rechazo al neoliberalismo imperante, tanto en el ámbito conocido como valórico, como en aquellos definidos como económico social, los que a mi juicio son tan valóricos como los otros.
En este sentido el Congreso ha sido claro en afirmar el derecho a la vida, rechazando el aborto en todas sus formas, la eutanasia y defendiendo cuestiones fundamentales al rechazar el matrimonio homosexual.
En el plano económico social, ha optado por una nueva estrategia de desarrollo, poniendo fin a definiciones económicas como el socialismo comunitario o la economía mixta. A partir de la adscripción a la economía social de mercado, se conceptualizan un conjunto de acuerdos que nos alejan del mundo neoliberal, manteniendo el acento en la propiedad privada, la libertad de emprender, la apertura de los mercados, la competencia amplia en éstos y un rol del Estado que más que meramente subsidiario y asistencial sea un auténtico promotor de un nuevo desarrollo que pone el acento en los nuevos, pequeños y medianos emprendimientos, dejando de poner el acento en la gran empresa, la cual ha sido favorecida con una abundante legislación y diversos mecanismos que se han traducido de paso en una criticable concentración, que el Congreso declaró dañina para la economía y la democracia.
Junto a lo anterior, se ha ratificado una Codelco estatal que debe tener derecho a usar sus excedentes con mayor libertad para su desarrollo. Se ha acordado que el Estado debe tener libertad para actuar incluso como empresario en los casos que haya un interés social comprometido e incluso se arribó a la conclusión, dada la concentración de medios de comunicación de optar por la televisión digital en la modalidad europea.
En materia laboral el Congreso ha reconocido el derecho a que los trabajadores deben ser una fuerza organizada para enfrentar los desafíos, particularmente de la mayor concentración económica, y en el tan bullado asunto de la educación lo que ha hecho el Congreso es limitar el lucro en la educación en que interviene el financiamiento estatal. En esta materia cabe recordar que fue el gobierno militar el que estableció universidades privadas con limitaciones de la misma naturaleza. Distinto es si ello se ha cumplido o no, pero el principio que hemos acordado no es de exclusiva paternidad de la Democracia Cristiana.
En la nueva estrategia de desarrollo que ha acordado propugnar el partido se establecen nuevos roles para organismos claves de la economía como el Banco Central, la CORFO, Banco Estado, INDAP, etc., y esto refleja que después de 60 años de diversas políticas aplicadas en Chile con resultados no totalmente satisfactorios la Democracia Cristiana se juega por un nuevo rol de las personas y de sus posibilidades creadoras. El apoyo al emprendimiento, rol esencial en la nueva estrategia, implica un giro copernicano del Estado.
Respecto al rol de la comisión organizadora en los próximos 90 días, deseo aclarar enfáticamente que nuestro rol se limita a efectuar las actas de lo obrado en el Congreso y que sólo en el caso de que hubiese algún acuerdo que se sitúe en pugna con la actual declaración de principios deberíamos resolver, el Comité Organizador, la forma de llevar a cabo la solución de ese eventual problema, lo que me parece no ha ocurrido en este Congreso.
Los acuerdos se encuentran debidamente aprobados y respetaremos la voluntad no sólo de los más de mil delegados que concurrieron de todo el país, sino que la voluntad de muchos miles más que durante un año y medio trabajaron en este Congreso que constituye un hito histórico de la Democracia Cristiana, y que es un mérito de la actual conducción partidaria y del Comité Organizador, en particular de su Presidenta.
Existe amplia satisfacción por lo ocurrido y más allá de expectativas cortoplacistas, el proceso ha puesto de pié a la DC y por ello, más allá de la ingeniería electoral tan de moda, me hace sentirme orgulloso de pertenecer a una comunidad con fuertes ideales, muchas ideas y sueños, cumpliendo un rol fundamental para los equilibrios de todo tipo en Chile.
Ramón Briones Espinosa
Miembro del Comité Organizador
del P.D.C.