José Antonio Viera-Gallo, el interlocutor que esperaba la Alianza

En la derecha estiman que los vínculos del ex senador socialista con el sector facilitarán la relación entre el gobierno y la oposición a fin de concretar los acuerdos que no se lograron durante la gestión de su predecesora. Los dirigentes opositores estiman que la trayectoria legislativa del nuevo ministro también será un plus para desempeñar su cargo. El nombramiento del ex senador PS José Antonio Viera-Gallo en la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) generó, como ningún otro, expectativas en la derecha. Ello, no sólo por la experiencia y trayectoria política del abogado, sino porque sus lazos familiares –es casado con la hermana del senador UDI Andrés Chadwick- le han acercado al mundo de la Alianza, donde no pocos dirigentes lo consideran “amigo”, lo que estiman facilitará los contactos entre el gobierno y la oposición.
El presidente de RN, Carlos Larraín, colmó de elogios al recientemente nombrado ministro. Relató que Viera-Gallo es su amigo “desde los 16 años” y destacó que va a “reforzar la muñeca política”, porque tiene “aptitudes, una visión amplia, es inteligente, tiene experiencia, es simpático, tiene muchas cualidades”, por lo que no descartó que ahora se logren los acuerdos que no fue posible alcanzar con su antecesora. Como un “gran nombramiento” definió el senador UDI Andrés Chadwick el de su cuñado. Aunque “más allá de los lazos familiares” que los unen, expresó su convicción de que Viera-Gallo cuenta con todos los atributos necesarios para cumplir un buen rol en la cartera que le corresponde encabezar. "Claramente es una persona que tiene las condiciones, capacidad y experiencia para estar en ese cargo", indicó Chadwick, quien estima que una importante ventaja del ex senador es su amplia trayectoria legislativa y el respeto que desde todos los sectores han manifestado hacia él. Por otra parte, siente que hay “un antes y un después” en la relación entre el gobierno y la oposición tras el discurso de la Presidenta Bachelet el pasado lunes, donde ella reconoció los errores de su gobierno. Chadwick percibió “un espíritu nuevo” en las palabras de la mandataria. Respecto a la posibilidad de que ahora se pueda avanzar en algunas materias que estaban pendientes, como el nombramiento del contralor titular, Chadwick señaló que “no es normal que exista una incapacidad del mundo político de cumplir con sus deberes constitucionales y el nombramiento del contralor es uno de ellos”, por lo que manifestó la necesidad de concordar un nombre que, si bien debe ser propuesto por Bachelet, tendría que dejar conforme a todos los sectores, incluida la Alianza.